Este año la novena conferencia de jóvenes de EZA adoptó el formato de BarCamp digital. El anfitrión virtual fue Nell-Breuning-House en Herzogenrath, Alemania.
Gracias a las nuevas tecnologías, la conferencia anual de EZA de la Plataforma de Jóvenes Trabajadores (PYW) pudo celebrarse en un entorno virtual. Con el título de "Más de una realidad: ¡ser joven en el mercado laboral europeo en la actualidad!", la Nell-Breuning-Haus y la empresa Bonn.digital diseñaron un BarCamp en línea. A través de este innovador método, se utilizó una plataforma para conferencias para proporcionar diferentes espacios destinados al intercambio de experiencias, el desarrollo de ideas y los debates. Se organizó una moderación digital y su contenido quedó grabado. Los miembros presentaron diferentes temas en formato "pitch" y luego se procedió a un debate sobre los mismos.
Fueron varios los temas abordados. Como se intuía durante la preparación de la conferencia de jóvenes de este año, en los diferentes temas surgió como foco evidente la COVID-19. Los miembros de la plataforma destacaron que la situación actual presenta grandes retos, sobre todo para los jóvenes en plena transición entre la formación y el mundo laboral. Pidieron que los futuros empleados cuenten con un mayor apoyo en su búsqueda de empleo, puesto que la situación actual limita las posibilidades de asesoramiento y de networking.
Desconfianza en los gobiernos
También quedó patente que la percepción del coronavirus es muy heterogénea, incluso entre los jóvenes trabajadores. Los miembros de la plataforma atribuían el incumplimiento de las normas higiénicas en algunos países europeos a una actitud general de desconfianza hacia los responsables políticos.
Se comentó también la cuestión de la educación mediática de los jóvenes. Los participantes coincidieron en señalar que se debería integrar el consumo crítico y reflexivo de los medios como un componente fijo en los programas escolares de todos los países.
Otro de los problemas que comentaron muchos jóvenes trabajadores europeos fue la falta de acceso a infraestructuras digitales. Cada vez hay más jóvenes que se quedan atrás en el seguimiento de la educación inicial y la formación continua debido a su situación económica. La pandemia ha mostrado la gran necesidad de actualizarse en el tratamiento y en el uso de medios digitales en el trabajo con los jóvenes.
Se habló también en general del cambio histórico que se está produciendo en el trabajo, en la escuela y en la vida social. Los miembros de la Plataforma de Jóvenes Trabajadores de EZA consideran que el uso de tecnologías modernas brinda grandes oportunidades, como un mejor trabajo en red a nivel internacional o un intercambio más rápido de información. Sin embargo, también destacaron problemas como las limitaciones que tienen las personas sin acceso a las nuevas tecnologías a la hora de establecer contactos sociales.
La búsqueda de jóvenes para las organizaciones
Otro punto importante en el debate fue la afiliación de jóvenes a los sindicatos. Los miembros de la plataforma destacaron que, con frecuencia, los jóvenes trabajadores tienen una imagen anticuada de los sindicatos y a menudo desconocen su función. Los participantes coincidían en que se debe informar a los jóvenes más ampliamente sobre sus derechos como empleados y sobre el apoyo que brindan los sindicatos.
De forma general, los miembros pedían una optimización de los procesos de incorporación. No se debe hablar sobre sino con los jóvenes. Además, los miembros de la plataforma intercambiaron puntos de vista sobre cómo optimizar aún más la Plataforma de Jóvenes. Acordaron que se debe mejorar la comunicación a través de un contacto más fluido entre los miembros.
Foco en la UE y Europa
Los participantes acordaron que, pese a las crisis económicas y sociales, la opinión pública sobre la UE es más bien positiva. Se debatió también sobre la actitud generacional hacia la UE. Los miembros de la Plataforma de Jóvenes de EZA destacaron que los jóvenes trabajadores tienden a recalcar las ventajas de la UE. Son las generaciones mayores las más propensas a manifestar resentimiento hacia la UE. Los participantes no consideran tanto a la UE como un proyecto económico, sino que desean ante todo una mayor unidad y apreciación de los valores europeos.