Los resultados de la cumbre de la UE muestran que la Unión Europea es capaz de enfrentar una crisis de gran envergadura, como la del coronavirus. La solidaridad europea es necesaria para ayudar a los países más afectados por la pandemia. Sin embargo, resulta evidente la necesidad de que los Estados miembros mantengan el Estado de derecho.
Si la UE quiere salir reforzada de la crisis debemos garantizar que el fondo de recuperación se destine a inversiones orientadas hacia el futuro. La crisis también ha mostrado que las empresas con un fuerte diálogo social están mejor preparadas para encarar los retos actuales.
El diálogo social constituye una herramienta eficaz para recuperar el crecimiento económico. Es un instrumento importante para estabilizar las condiciones de trabajo y, por lo tanto, para promover la cohesión social. En un periodo en el que tantos trabajadores en Europa se enfrentan a numerosas amenazas, incluidas a su propia existencia, la Unión Europea debe proporcionar los medios necesarios para los sistemas de protección.
La Comisión de la UE podría reforzar el presupuesto previsto para apoyar iniciativas relacionadas con el diálogo social en el presupuesto anual operativo de la UE. Confiamos en que podremos contar con el apoyo de las instituciones europeas.