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No esperemos a la próxima crisis: ¡condiciones laborales dignas y salarios justos ya!

Del 5 al 7 de julio de 2023 tuvo lugar en Sofía (Bulgaria) un seminario sobre " No esperemos a la próxima crisis: ¡condiciones laborales dignas y salarios justos ya!", organizado por PODKREPA CL (Confederación del Trabajo PODKREPA) en cooperación con EZA y financiado por la Unión Europea.

El objetivo del seminario era:

1.Explorar nuevas ideas y la visión de los sindicatos sobre cómo, en un momento de crisis múltiple, apoyar las políticas nacionales para lograr aumentos salariales reales, incluyendo alcanzar el nivel del salario digno, y una convergencia al alza de los ingresos y las condiciones laborales en toda la UE.

2.Estimular el debate sobre el nexo entre el trabajo decente y la recuperación desde una perspectiva sindical, tratando de gestionar los cambios tecnológicos y otros cambios en el lugar de trabajo con una fuerte participación sindical. 

3. Identificar las necesidades de desarrollo de capacidades para contar con sindicatos más fuertes, capaces de negociar resultados tangibles para los trabajadores.

Descripción del seminario

  • El acto comenzó con discursos de bienvenida e intervenciones políticas centradas en medidas que permitan la calidad de vida y de trabajo, en lugar de limitarse a garantizar la subsistencia económica de los trabajadores y sus familias. Además, los oradores han subrayado que los salarios decentes deben complementarse con unas condiciones de empleo y de trabajo dignas que permitan la conciliación de la vida laboral y familiar y el desarrollo profesional.
  • La primera sesión política prosiguió con la presentación por parte de un experto de las políticas europeas y nacionales actuales para hacer frente a los principales retos sociales causados por la inflación y la crisis del coste de la vida.
  • La presentación, realizada durante la segunda sesión, ha añadido dos temas más:

- Los sindicatos en acción: posibles soluciones para frenar el descenso del nivel de vida y garantizar los derechos de los trabajadores;

- Hacia una transición ecológica justa: ¿cuál es el papel del sector del transporte?

  • Las aportaciones de los expertos fueron seguidas de intervenciones nacionales sobre diálogo social y negociación colectiva para mejorar las condiciones de vida y de trabajo y adaptarse al cambiante mundo laboral.
  • El segundo día comenzó con la sesión de reflexión "Resolver el problema de hoy pensando en el futuro": menos desigualdad salarial y prevención adecuada de la discriminación en el lugar de trabajo, que consistió en dos discursos de apertura y preguntas/respuestas.
  • El acto finalizó con una mesa redonda de conclusiones: los pasos necesarios hacia un cambio positivo en los sindicatos, con la intervención de tres expertos sobre el tema y un debate general.
  • Sesión de clausura para concluir y evaluar el seminario.

Ideas clave

  • Vivimos en un mundo muy frágil, con una guerra en el corazón de Europa, combinada con una crisis energética y del coste de la vida. La incertidumbre y las crisis interconectadas afectan profundamente a las sociedades de la UE y al trabajo en todas sus facetas. Parece que vuelve la austeridad: los trabajadores peor pagados han visto caer el valor de sus salarios hasta un 19% en 2022, lo que representa la mayor caída de los salarios mínimos reales de este siglo. Los salarios mínimos legales aumentaron una media del 7,6% en la mayoría de los países de la UE. Al mismo tiempo, la tasa de inflación ha aumentado una media del 12,4%, mientras que el valor de las retribuciones a los accionistas ha aumentado un 28,6%, más de siete veces más rápido que el ritmo al que suben los salarios. En la práctica, el valor real y el poder adquisitivo de los salarios mínimos legales en la UE han caído una media del 4,8%, dejando a un gran número de trabajadores con dificultades para hacer frente a los costes de vida más básicos, como la alimentación, el alquiler y la energía. Similar es la situación en Bulgaria: el crecimiento nominal del salario mínimo es del 9,9%, la tasa de inflación del 14,8%, lo que significa un 4,9% en poder adquisitivo.
  • Tanto las instituciones europeas como las nacionales no han abordado adecuadamente las tendencias negativas descritas. En tiempos de incertidumbre persistente, las políticas y medidas aplicadas para mitigar el impacto de la inflación no han sido lo suficientemente eficaces por dos razones principales. En primer lugar, siguen aumentando las violaciones de los derechos de los trabajadores, lo que se traduce en salarios más bajos y peores condiciones. En segundo lugar, las brechas sociales existentes siguen profundizándose, lo que en la práctica significa que, a largo plazo, las políticas actuales solo pueden conducir a una mayor desigualdad dentro de la UE. En lugar de culpar a los trabajadores que no pueden permitirse poner comida en la mesa o gasolina en sus coches para ir a trabajar, los gobiernos nacionales deberían centrarse en una solución creíble para el crecimiento sostenible y el aumento del nivel de vida. En esa dirección van las principales propuestas de los sindicatos, porque ninguna política o medida de emergencia desencadenada en el marco de estas crisis interconectadas debería utilizarse para socavar o eludir los "derechos" de los trabajadores. Para los sindicatos, el diálogo social y la negociación colectiva son y deben seguir siendo el elemento fundamental de la economía de la UE, y los interlocutores sociales deben formar parte de toda solución a cualquier crisis.
  • La caída masiva de los ingresos reales no permite a los trabajadores vivir dignamente. Las malas condiciones laborales, la excesiva carga de trabajo, los altos niveles de estrés en el lugar de trabajo, los bajos ingresos y la inseguridad laboral tienen un efecto perjudicial sobre los trabajadores, siendo los trabajadores peor pagados y los más vulnerables los más afectados. Por lo tanto, nuestra principal reivindicación sindical es que todas esas cargas se repartan de una manera socialmente justa, o dar a los trabajadores una parte justa de los mayores beneficios y productividad. Esto significa aplicar políticas específicas y acciones prioritarias para aumentar los salarios, las pensiones y las ayudas a la renta.
  • Solo un nivel de ingresos decente puede permitir mejorar el nivel de vida; en este sentido, toda actividad económica debe situar a los trabajadores en el centro. Situar los intereses de los trabajadores y las condiciones de trabajo en el centro es una situación en la que todos ganan:

- beneficia a los trabajadores, porque mejorarán sus salarios y su nivel de vida;

- esto apoya directamente las finanzas y políticas del Estado a través de más impuestos, pagados al presupuesto;

- actúa a favor de los empresarios, ya que disfrutan de una mano de obra más cualificada;

  • En la práctica, no hay forma de tener mano de obra cualificada y, al mismo tiempo, que esos trabajadores reciban salarios bajos. Centrarse excesivamente en el desajuste de cualificaciones es un error. A los empresarios no les faltan trabajadores cualificados, sino que no ofrecen empleos de calidad. El llamado desajuste suele estar más relacionado con las malas condiciones de trabajo: salarios bajos, contratos precarios, falta de respeto, horario laboral, ausencia de formación y desarrollo profesional para los trabajadores. Además, los empresarios no pueden insistir en que los trabajadores adquieran continuamente nuevas competencias profesionales, sino que debe hacerse de forma gradual y en función de las necesidades de las distintas categorías de trabajo. 
  • Los gobiernos nacionales han reafirmado en repetidas ocasiones su deseo de conseguir una economía de salarios altos y alta cualificación. Si realmente es así, deben reforzar los derechos de los trabajadores y animar a los empresarios a invertir en cualificaciones y crear una mano de obra de categoría mundial preparada para el futuro. Con un mundo laboral en rápida transformación, los expertos predicen que nueve de cada diez trabajadores necesitarán reciclarse o mejorar sus cualificaciones de aquí a 2030 para adquirir las competencias necesarias para mantener su empleo. Es hora de cambiar. Un nuevo derecho a tiempo libre remunerado para formarse eliminaría muchos de los obstáculos a la formación a los que se enfrentan los trabajadores. Este nuevo derecho debería formar parte de un paquete más amplio de medidas para ayudar a los trabajadores a medida que la economía y la sociedad experimentan cambios transformadores, incluido el objetivo de cero emisiones netas (neutralidad climática) y la digitalización.
  • En cuanto a la igualdad de género, la representación y el liderazgo de las mujeres en la política está creciendo, pero falta un compromiso sistemático de los partidos políticos. Si el tema está presente en sus programas, es en el contexto de la demografía. En segundo lugar, falta capacidad para aplicar políticas de igualdad de género en el lugar de trabajo. Las propuestas y medidas de los sindicatos se ven limitadas por la falta de indicadores: faltan investigaciones, estadísticas, registros con estudios de casos sobre el tema, a partir de los cuales se puedan tomar medidas adecuadas.
  • Los sindicatos deben encontrar nuevas energías para potenciar los intereses de los trabajadores y mejorar sus condiciones de trabajo y de vida. La renovación sindical es necesaria desde hace tiempo, ya que la negociación colectiva y la acción colectiva dependen de organizaciones de trabajadores fuertes, activas e independientes que unifiquen y amplifiquen la voz de los trabajadores. Para ello, los sindicatos deben identificar las nuevas tendencias del mercado laboral y las formas de organizar y movilizar a los trabajadores atípicos y a los grupos minoritarios. En este sentido, son esenciales los contactos regulares y directos en el lugar de trabajo, así como una mayor visibilidad y movilización a escala nacional y regional.

Conclusiones y recomendaciones

  • Europa se ha considerado durante mucho tiempo un bastión de la democracia y los derechos de los trabajadores. Pero la crisis del coste de la vida y la espiral inflacionista impulsada por la codicia empresarial han golpeado a los trabajadores incluso más que la pandemia mundial. En apoyo de los trabajadores, los sindicatos exigen un nuevo contrato social basado en empleos decentes, salarios justos, protección social, derechos fundamentales (incluido el trabajo seguro y protegido), igualdad e inclusión. Es un llamamiento para restaurar la democracia, la igualdad y la decencia en la UE.
  • La opinión de las organizaciones de trabajadores es que la UE y los gobiernos nacionales deben hacer más para abordar la situación actual con un mayor nivel de ambición y solidaridad. En este sentido, la propuesta sindical es aprender de los errores del pasado y cambiar el enfoque dando prioridad al bienestar de la gente corriente, es decir: invirtiendo en los trabajadores, valorando sus contribuciones y garantizando el atractivo del trabajo. De este modo, la UE liderará la construcción de una sociedad justa y equitativa.
  • Los trabajadores deben ser escuchados y deben estar en el centro de las decisiones futuras. Para articular y avanzar en este sentido, sindicatos, empresarios y gobiernos deben configurar un reparto equilibrado de la crisis del coste de la vida, complementado con reformas políticas que permitan una redistribución de los beneficios a los salarios;
  • Los sindicatos tienen que ser más activos y empezar a supervisar cuidadosamente el impacto del gasto de los presupuestos nacionales en términos de creación de empleo de calidad. Un enfoque similar reforzará los sistemas de protección social, evitará las reformas promovidas por la austeridad e impulsará la convergencia salarial y social al alza en la UE. Al mismo tiempo, esta supervisión periódica se opondrá a los modelos empresariales fraudulentos basados en la flexibilización, el cortoplacismo y el abuso de los derechos de los trabajadores; en todos los casos en que los mecanismos oficiales de control resulten impotentes.
  • La digitalización y la IA seguirán transformando el mundo laboral. Los sindicatos deben construir la infraestructura digital y las herramientas necesarias para entrar en contacto y apoyar a los trabajadores. Esta infraestructura ofrecerá posibilidades de captar, retener y comprometer a los miembros, de movilizar a los trabajadores, de mejorar las leyes y la negociación colectiva. Las herramientas digitales garantizarán la posibilidad de consultar e intercambiar sobre las cláusulas de los convenios colectivos y comprometerán a los miembros a compartir y difundir información, posiciones y campañas.
  • La UE debe aprender las lecciones de crisis anteriores y evitar errores como congelar los salarios, socavar la negociación colectiva, subir los tipos de interés o volver a la fracasada agenda de austeridad. Los sindicatos tienen un papel vital que desempeñar en el diseño y la aplicación de medidas para hacer frente a la crisis del coste de la vida y deben ser incluidos en la toma de decisiones. Esto implica un diálogo social sólido que implique plenamente a los sindicatos (a escala nacional, sectorial y empresarial) en la gestión del cambio y en el desarrollo de soluciones negociadas, justas y a medida. Esto es fundamental para garantizar que unos pocos ricos no puedan seguir obteniendo beneficios récord a expensas de los trabajadores. Ha llegado el momento de actuar. Con la convergencia de las crisis de la pandemia, el cambio climático y el coste de la vida, solo la voz colectiva de los trabajadores en el trabajo puede ser el motor del cambio social, político y económico.