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Más Europa. Más social, más verde, más justa

Los días 8 y 9 de noviembre de 2022 se celebró en Bruselas (Bélgica) el seminario internacional «Más Europa. Más social, más verde, más justa», organizado por ACLI - ENAIP (Associazioni Cristiane Lavoratori Italiani - Ente Nazionale ACLI Istruzione Professionale). En el evento participaron 70 representantes de organizaciones de trabajadores procedentes de toda Europa. El seminario contó con el apoyo de EZA y la financiación de la Unión Europea.

El seminario comenzó con la inauguración a cargo del conservador Alain Fortis y una visita al museo Bois du Cazier, en Marcinelle. Las asociaciones ACLI del mundo volvieron así a un lugar simbólico de la emigración italiana. «Nuestra historia está aquí y queríamos dedicar nuestro seminario a quienes dieron voz a los mineros antes que nosotros, los trabajadores que literalmente construyeron Europa y pagaron su trabajo con sus vidas», declaró el presidente de ACLI Italia y de la Federación Internacional de ACLI, Emiliano Manfredonia.

La segunda sesión del seminario tuvo lugar en el Club Monceau sur Sambre de Charleroi, durante la cual se exploró el tema de la emigración italiana a Bélgica entre el pasado y el presente. Tras la bienvenida de Pietro Dalle Molle, vicepresidente de ACLI Bélgica y presidente de ACLI Charleroi, y Piergiorgio Sciacqua, copresidente de EZA, el cónsul general de Italia en Charleroi tomó la palabra para dar la bienvenida institucional.

La periodista Maria Laura Franciosi amenizó la primera parte de la velada con dos interesantes intervenciones para recuperar la memoria del papel de las ACLI en aquel momento histórico, recogiendo los relatos del libro «... por cada saco de carbón», que habla de los mineros del Pays Noir y subraya la importancia de la presencia italiana en el tejido económico belga y las dificultades y éxitos de la integración, mientras que la historiadora Anne Morelli señaló las dificultades en este proceso de integración de los italianos en Bélgica.

En la Representación de la Región Toscana en Bruselas, la tercera sesión del Seminario Internacional ACLI estuvo dedicada al futuro de Europa. La introducción corrió a cargo de Simone Romagnoli, coordinadora juvenil de ACLI, que informó sobre la «Vía Europa», que afecta a muchas ciudades europeas y que, gracias al trabajo de todos los jóvenes, ha elaborado una serie de propuestas para un mundo laboral más justo y social en Europa.

Luc Van der Brande, presidente de EZA y antiguo ministro de Trabajo de Bélgica, y Emiliano Manfredonia hablaron de la importancia de una Europa que se construye paso a paso, pero que debe mostrar unos objetivos claros: creadora de paz y referencia para todo el mundo de una política de protección del medio ambiente del planeta.

La última parte de la tercera sesión se dedicó al trabajo en grupo. Esta actividad, dirigida por Simona Bartolini y Paola Villa, se concibió como un momento de debate entre las distintas oficinas de ACLI sobre el papel de las asociaciones en el viaje migratorio de las personas, el intercambio de buenas prácticas y la resolución de problemas críticos mediante esfuerzos conjuntos.

En el Parlamento Europeo, el Dr. Cesare Bellomo explicó el funcionamiento del Parlamento Europeo y acompañó al grupo en su visita. Pietro Bartolo, vicepresidente de la Comisión del Parlamento Europeo encargada de migración y derechos humanos, clausuró el seminario internacional de ACLI con un informe de campo de sus encuentros con migrantes en Lampedusa.

La libre circulación de personas es la piedra angular en la que se basa toda la construcción de los derechos de los ciudadanos europeos. Sin embargo, es un gran error suponer que la libertad de circulación es algo que resuelve todas las demás barreras que normalmente caracterizan la experiencia migratoria. De hecho, la vieja concepción de la Unión Europea es que, al existir libertad de circulación, los ciudadanos de la UE son, por definición, no migrantes y, al no serlo, no tienen ninguna de las barreras a las que normalmente se enfrentan los migrantes.

En cambio, ACLI afirma basándose en su experiencia, que es necesario asistir a los migrantes que se encuentran en un periodo de movilidad o que se trasladan al extranjero de forma permanente en todo lo relativo a los trámites administrativos que deben realizar en el país de destino, ya que no están familiarizados con las instituciones locales y, a menudo, tampoco con el idioma.

Ejemplo de Italia: 5.682.080 italianos viven en el extranjero, más de 3.000.000 de ellos en Europa. Esto requiere servicios de orientación y acompañamiento a los que las asociaciones italianas tradicionales, aunque comprometidas, tienen dificultades para responder. De hecho, las asociaciones italianas son víctimas del envejecimiento de sus miembros y, por tanto, son, por una parte, menos activas y, por otra, menos dispuestas a responder a las necesidades de las nuevas generaciones o de los nuevos inmigrantes. Por este motivo, está surgiendo el fenómeno del asociacionismo «light» en línea a través de las redes sociales, un asociacionismo que protagoniza tanto la información previa a la partida como la búsqueda de apoyo. ACLI está a la vanguardia de este proceso de renovación, se ha analizado internamente y se han reorganizado los contactos con las distintas asociaciones de italianos en el extranjero.

En este contexto, la soledad y la falta de socialización de los jóvenes italianos expatriados se definió como el nuevo reto más importante.

Los participantes en el seminario llegaron a la conclusión de que los inmigrantes deben ser capaces de integrarse en la comunidad de destino intentando superar las dificultades burocráticas, así como las relacionadas con la integración social y cultural en el país.