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Europa y la desigualdad salarial: la introducción de un salario mínimo europeo y el papel de los sindicatos

Del 22 al 23 de septiembre de 2022 tuvo lugar en Limassol (Chipre) un seminario sobre «Europa y la desigualdad salarial: la introducción de un salario mínimo europeo y el papel de los sindicatos», organizado por KIKEA-DEOK (Instituto Chipriota de Formación/Educación y Empleo [KIKEA] - DEOK), con el apoyo de EZA y financiado por la Unión Europea. Al seminario asistieron representantes de organizaciones de trabajadores de Chipre, Grecia, Bulgaria, Lituania, República Checa, Rumanía y Francia.

Aspecto(s) importante(s) del seminario

El seminario ofreció una excelente oportunidad a los líderes sindicales y otras organizaciones de trabajadores y partes interesadas, para escuchar y debatir la introducción de un salario mínimo europeo y su impacto en la sociedad y el mercado laboral. Los líderes sindicales participantes en el proyecto compartieron presentaciones y observaciones sobre la aplicación de un salario mínimo nacional en los estados miembros. El seminario se centró en el papel del diálogo social y la consulta que debe realizarse antes de cualquier iniciativa social o de empleo.

Importancia de la celebración del seminario en esta época

El seminario tuvo lugar en un momento en que la Directiva europea sobre la aplicación del salario mínimo debe aplicarse con dos años de periodo de adaptación. Existe un reto crítico que exige medidas e iniciativas intensivas de diálogo social tanto a escala nacional como europea. El objetivo general del seminario fue intercambiar puntos de vista y experiencias entre los interlocutores sociales sobre la cuestión de las desigualdades salariales y el salario mínimo y reforzar las herramientas epistemológicas en el contexto del diálogo que se está manteniendo para el establecimiento del salario mínimo europeo.

Ámbitos de debate

  • La evolución de la Unión Europea y las políticas relativas a la introducción de un salario mínimo europeo
  • La contribución del salario mínimo a la promoción de la igualdad económica y la justicia social
  • Situación del salario mínimo en los estados miembros de la UE
  • Los criterios de determinación y el mecanismo de ajuste del salario mínimo
  • El papel de los interlocutores sociales en la implementación de un salario mínimo
  • El efecto del salario mínimo en el empleo juvenil
  • El impacto del salario mínimo en la reducción de las diferencias salariales entre hombres y mujeres y la pobreza

Resultados

Durante 30 años existió en Chipre una ordenanza de salario mínimo para 9 profesiones, sin que la mayoría de los trabajadores de estas profesiones estuvieran organizados en un sindicato.

Los trabajadores sin representación ni cobertura sindical corren el riesgo de ser explotados por los empresarios. Por el contrario, cuando los trabajadores están afiliados, los salarios y todas las prestaciones están garantizados. El objetivo de la directiva sobre sindicación es aumentar el porcentaje hasta el 80 %. El objetivo del Ministerio es contribuir a reforzar la institución de los convenios colectivos.

La introducción del salario mínimo nacional protegerá a una parte bastante importante de la población activa. En Chipre, tras persistentes consultas, el mínimo se fijó en 885 EUR y 940 EUR tras seis meses de trabajo.

En Europa se está produciendo un aumento de la proporción de trabajadores mal pagados debido a los cambios en la economía, lo que se traduce en un aumento de la pobreza, las desigualdades salariales y la discriminación. Uno de cada diez trabajadores no puede cubrir las necesidades de su familia. El salario mínimo existe en todos los países europeos y se consigue mediante convenios colectivos. Un salario mínimo adecuado significa buenas condiciones de vida.

Sin embargo, existen lagunas en todas las economías, ya que hay empresarios que no cumplen la legislación. Algunas de las medidas políticas sugeridas son promover la negociación/acuerdo colectivo a partir del 80 %, animar a los estados miembros a cumplir las directivas europeas, realizar un seguimiento eficaz, sensibilizar/informar al público sobre la protección del salario mínimo. Los interlocutores sociales son fundamentales para fijar salarios dignos y proteger a los trabajadores.

El aumento de la desigualdad en los últimos años debido a la crisis en los países de la UE ha provocado fenómenos socioeconómicos negativos como el aumento de la pobreza, la reducción de las oportunidades de progreso, etc.

En 2022, el salario mínimo nacional en la República Checa asciende a 651,7 euros al mes. Ha aumentado desde 2021, pero en 2022 la inflación es mayor. Cada sector profesional de la República Checa tiene sus propios mínimos.

El salario mínimo en Rumanía es de 500 euros, de los que después de impuestos quedan 300 euros. Los políticos rumanos no aceptan los comentarios de la UE. Han incluido los impuestos en los salarios, con el resultado de que el salario se reduce mucho. Solo cotizan los trabajadores por cuenta ajena y no los empresarios. Rumanía tiene el mayor porcentaje de inmigrantes junto con Siria, donde están en guerra.

La tasa de desempleo en Lituania es del 8,6 %. El salario mínimo es de 730 euros. En 2023 el mínimo subirá a 810 euros. El salario medio para el 2º trimestre de 2022 fue de 1116 euros netos. El salario mínimo en 2013 era de 286,60 euros y en 2022 pasó a 730 euros. En Lituania las mujeres cobran 300 euros.

El salario mínimo en Grecia es de 712 euros. El alquiler de un apartamento cuesta entre 400 y 450 euros y el coste de la energía ha aumentado mucho, por lo que las familias no pueden permitírselo. Uno de cada tres griegos percibe el salario mínimo. La Confederación General de Trabajadores pide que el salario mínimo se eleve a 850 euros brutos.

El salario mínimo en Francia es de 1.680 EUR netos por 35 horas de trabajo semanales. Las personas que trabajan más de 35 horas cobran un 25 % más además de su salario. Si los precios de los bienes básicos aumentan, el salario se ajusta al alza.

En lo que respecta a los interlocutores sociales de Chipre, la postura de los empresarios es que los salarios deben acordarse mediante consultas y no a través de la legislación, porque de ese modo no puede haber flexibilidad ante los diversos cambios globales a los que nos enfrentamos. Los sindicatos señalan que el salario mínimo nacional fija una cantidad mensual concreta, pero no indica a cuántas horas de trabajo se aplicará. La posición de los sindicatos es que el salario mínimo nacional se fije sobre la base de 38 horas de trabajo semanales y se calcule por horas. También debe complementarse con otros derechos laborales como el COLA, la 13ª paga, las vacaciones y la compensación por horas extraordinarias.

Se espera que la introducción de un salario mínimo reduzca las desigualdades y discriminaciones que aún existen a diario en el mercado laboral, aumente la productividad, evite la explotación laboral y cree las condiciones para un funcionamiento adecuado y fluido del mercado laboral.