Del 13 al 17 de marzo de 2022 se celebró en Belgrado/Serbia un seminario sobre «La lucha contra el trabajo infantil y la trata de seres humanos – proyecto de seguimiento», organizado por la CFTC (Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos), en colaboración con EZA y con el apoyo de la Unión Europea.
Al seminario asistieron 31 representantes de organizaciones de trabajadores.
Estuvieron representados los siguientes países: Albania, Alemania, Bulgaria, Francia, Macedonia del Norte, Montenegro, Portugal, Rumanía y Serbia.
El seminario fue dirigido por Joseph THOUVENEL, secretario confederal de la CFTC.
Se discutieron los siguientes temas:
- «Estado de las relaciones entre Francia y la Unión Europea con Serbia», por el Sr. Fatih Akcal, primer consejero de la Embajada de Francia en Serbia.
- «Por qué es inaceptable la trata de seres humanos», por el Sr. Thierry des Lauriers, Director Ejecutivo de Aux captives la libération.
- «El problema desde el punto de vista de nuestros socios serbios», por la Sra. Cedanka Andric, presidenta de TUC NEZAVISNOST y el Sr. Goran Milic, vicepresidente de CATUS.
- «La cuestión de la explotación de las personas en Portugal y Rumanía», a cargo de la Sra. María Reina Martin, secretaria general de FIDESTRA (Portugal) y del Sr. Silviu Ispas, director de IFES (Rumanía), respectivamente.
- «La Alianza 8.7 para luchar contra la explotación de las personas», por Joseph Thouvenel, secretario confederal de la CFTC.
- «La explotación de los niños en el Congo», por el Sr. Jean-Baptiste Pandzou, vicepresidente de CSFV.
- «La cuestión de la explotación de las personas en Macedonia del Norte y Albania» por el Sr. Slobodan Antovski, presidente de UNASM (Macedonia del Norte), el Sr. Blagoja Rapolvski, presidente de KSS (Macedonia del Norte) y el Sr. Bibil Kasmi, presidente de SAUATT (Albania).
- «La cuestión de la explotación de las personas en Bulgaria y Montenegro» por el Sr. Veselin Mitov, secretario internacional de PODKREPA (Bulgaria) y el Sr. Dusko Zarubica, secretario general de CETUM (Montenegro) respectivamente.
- «El papel de los empresarios y de los sindicatos en la lucha contra la explotación de las personas», a cargo del Sr. Michel Samsonoff, vicepresidente de ADIMECO y miembro del MEDEF - Movimiento Empresarial Francés y del Sr. Vladimir Djordjevic, consejero federal de la CFTC, respectivamente.
Resultados del seminario
El trabajo infantil y la trata de seres humanos son un fenómeno mundial que, por desgracia, sigue siendo una cruel realidad.
El Protocolo de Palermo (Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional de 2000) define la trata de personas como «la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o al ofrecimiento o la aceptación de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación. La explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos». Lo más triste es que, como consumidores, todos somos cómplices indirectos de la trata de personas. Los explotadores de la pobreza no se detendrán ante nada para obtener beneficios y si hay oferta es porque hay demanda.
Pero cuidado, también se trata de nuestro futuro, porque las relaciones sociales que consisten exclusivamente en dominantes/dominados contribuyen a la destrucción de la sociedad. Esta confrontación permanente es realmente antinatural. La trata de seres humanos, a través del daño fundamental a la persona (cosificación y mercantilización, desintegración del ser, alienación de la libertad, privación del encuentro y de las relaciones sociales), conduce a la deshumanización del individuo.
El trabajo infantil forzoso está más que de actualidad, ya que el Informe sobre el Trabajo Infantil 2020 de la OIT advierte que para finales de 2022, otros 9 millones de niños en todo el mundo corren el riesgo de ser obligados a trabajar.
Decisiones
Nosotros, nuestras organizaciones sindicales, podemos hacernos cargo de estas cuestiones, ya que el trabajo infantil forzado y la trata de seres humanos no solo nos afectan en primer lugar como seres humanos, sino que también son una violación de los derechos de los trabajadores. En Europa Occidental, los sindicatos deberían estar más presentes en sectores como la construcción, la agricultura, la pesca, el textil y el trabajo doméstico, donde el trabajo forzoso ocupa a veces el lugar de la ley. Para Bulgaria (un país muy afectado por la trata de personas), la única forma de escapar de ella es la concienciación pública y la prevención. Como sindicatos, tenemos que estar representados con propuestas en las instituciones europeas susceptibles de regular el fenómeno mediante directivas y reglamentos.
Además, tenemos que abordar la pobreza y hacer que la educación sea indispensable para reducir o incluso eliminar el trabajo infantil y la trata de personas.
Se debe aprender o reaprender a ver a los demás como un alter ego y, por tanto, a cuidarlos tanto como a uno mismo.
Un enfoque más pragmático requiere una concienciación real de los responsables de la toma de decisiones (políticos). Incluso cuando se ponen en marcha grandes proyectos gubernamentales para luchar contra el trabajo infantil y el tráfico de personas, vemos, por ejemplo en Albania, que se destinan pocos recursos para erradicar la pobreza. Es necesaria una mayor participación de las instituciones públicas, los intermediarios, las ONG y la sociedad civil.
Consecuencias
Con fines de formación y sensibilización, desde 2010 se han abierto en Alemania centros de información sobre los derechos de los trabajadores por iniciativa de la DGB. Serbia está comprometida internacionalmente y lleva años trabajando contra el trabajo infantil con el apoyo de la OIT. Entre las medidas esenciales, ha sometido en particular a sus inspectores de trabajo a una sólida formación contra la explotación infantil. También en Serbia, el Consejo de la Infancia emitió en 2017 un decreto en el que se enumeran los trabajos prohibidos para los niños.
Los demás países participantes también han aprobado leyes contra estas lacras.
Sin embargo, no debemos seguir dejando la responsabilidad del problema de la explotación humana solo a los Estados. Es responsabilidad de todos. Con respecto a las empresas en particular, pedimos la máxima vigilancia de las condiciones de trabajo de sus subcontratistas y, para algunas, el cese de prácticas escandalosas como la proliferación de la prostitución a través de las nuevas tecnologías por parte de algunos grandes operadores y la autorización de transacciones financieras relacionadas con la trata de personas por parte de grandes bancos, incluidos los estatales. Las acciones de algunos y la inacción de otros crean, alimentan o consienten el trabajo infantil y la trata de personas. Es como un círculo vicioso entre la pobreza y el beneficio.
Debemos trazar una línea clara bajo la deshumanización del ser humano, dejar de considerar al individuo como una mercancía de la que nos beneficiamos. La mente y el cuerpo ya no deben ser bienes enajenables en el siglo XXI.