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El impacto de la pandemia del coronavirus en el empleo y los asuntos sociales

El tema del seminario celebrado en Buġibba/Malta los días 1 y 2 de diciembre de 2021 fue el «El impacto de la pandemia del coronavirus en el empleo y los asuntos sociales». Participaron 40 representantes de organizaciones de trabajadores de 10 países y 16 ponentes. El evento fue organizado por UHM (Union Ħaddiema Magħqudin) con el apoyo de EZA y la Unión Europea.  

Aspectos importantes en el punto de mira

El evento tuvo como objetivo hacer un balance de la situación 22 meses después del inicio del brote de COVID-19. Los temas destacados fueron los siguientes:

  • La propagación de la pandemia y las repercusiones que la última variante está teniendo en la salud pública en general y en las perspectivas de recuperación
  • La función del personal médico, los trabajadores de enfermería y atención y las repercusiones que la pandemia tiene en su propio empleo
  • Análisis de los sectores más afectados por la COVID-19 desde una perspectiva económica y sociológica
  • Un análisis de los sectores que emergieron más fuertes de la COVID-19 desde una perspectiva económica y sociológica
  • El papel del diálogo social durante la pandemia, en particular para mitigar los efectos sobre los trabajadores y preparar el camino hacia la recuperación

El calendario del seminario fue crucial, ya que los participantes pudieron aprovechar la experiencia obtenida en casi dos años y formar opiniones informadas basadas en el conocimiento científico (que fue muy escaso en los primeros meses de la pandemia), el mercado laboral y la investigación sociológica, y aprender de ciertos errores que se cometieron a su debido tiempo. Este intercambio de conocimientos dio a los participantes una perspectiva más amplia sobre cómo abordar la crisis en curso, en un momento en que la situación sigue siendo muy volátil. 

Resultados y llamamientos a la acción

  • Desde una perspectiva estrictamente médica, se explicó que la situación sigue siendo muy fluida, pero al mismo tiempo la aplicación de la vacuna ha disminuido la tasa de hospitalidad. No obstante, debemos permanecer atentos a la aparición de nuevas variantes de vez en cuando, que darán lugar a picos ocasionales de casos. 
  • Los trabajadores de la atención sanitaria sometidos a estrés necesitan más apoyo psicológico para hacer frente al impacto que la pandemia está teniendo en su salud mental. Además, la gestión debe ser lo más flexible posible para facilitar sus deberes, fomentar un sentido de camaradería, inculcar un mayor sentido de pertenencia, estar mejor preparados y tener a mano los recursos necesarios. 
  • Los sindicatos y las organizaciones de trabajadores deben asumir un papel proactivo para salvaguardar los derechos de los trabajadores y las condiciones de trabajo, especialmente en tiempos de crisis como la actual pandemia. También se debe prestar especial atención a las trabajadoras, ya que las investigaciones demuestran que son las más propensas a sufrir una disminución de la remuneración para cuidar de los niños o las personas vulnerables. 
  • El teletrabajo y las instalaciones remotas que se desplegaron durante la pandemia se deberían fijar de forma permanente para aumentar la flexibilidad y mejorar el equilibrio entre vida laboral y privada. Sin embargo, parece que el enfoque preferido es el modelo híbrido. 
  • Los participantes convinieron en el papel del «gran gobierno» para hacer frente a circunstancias tan extraordinarias. Además, la experiencia compartida de otros estados miembros como Polonia e Italia demostró que el Estado intervino para salvar empleos, incluida la desocupación de parte del salario, aunque no en la misma medida. 
  • El apoyo y la recuperación desde la perspectiva de la UE no sustituirán a los gastos presupuestarios nacionales.  Los planes de recuperación y resiliencia deben ser coherentes con los retos y prioridades específicos de cada país identificados en el contexto del último Semestre Europeo.
  • Las áreas emblemáticas para la inversión deberían ser las tecnologías limpias y las energías renovables, la eficiencia energética en los edificios, el transporte sostenible y las estaciones de carga, los servicios rápidos de banda ancha, la digitalización de los servicios públicos y privados y la recualificación y mejora de las competencias para apoyar las habilidades digitales 
  • El diálogo social es clave para ayudar a mitigar los efectos que las grandes crisis, como la pandemia, tienen en las condiciones de los trabajadores. Las negociaciones no solo se deberían limitar a objetivos a corto plazo, sino también a los resultados relacionados con la recuperación en materia de protección del empleo, apoyo a las empresas, el teletrabajo y las políticas de trabajo a distancia, medidas de protección social, para fomentar un mejor diálogo social y una colaboración tripartita, ecologizando la economía y fortaleciendo la gobernanza económica y política.
  • Es necesario hacer más esfuerzos para llevar a cabo investigaciones, ya que estas siguen siendo limitadas. Sin embargo, de los datos presentados se desprende que algunas medidas temporales deben hacerse más permanentes para futuras crisis. Por otra parte, el impacto sobre las empresas y el empleo en la eliminación gradual de las medidas de apoyo aún no está claro
  • Se prevé que la respuesta de la UE en la forma del Servicio de Recuperación y Resiliencia (672,5 mil millones de euros), que se debe aplicar hasta finales de 2026, tendrá un impacto general más fuerte que cualquier plan de acción nacional. 

Conclusión

La COVID-19 ha provocado el mayor choque en la historia contemporánea que está poniendo a prueba a la gente en todos los ámbitos de la vida. Casi dos años después, hay una sensación creciente de fatiga y de déjà vu, ya que cada vez que la situación comienza a mejorar una nueva variante nos devuelve al punto de partida. Sin embargo, la vida está comenzando lentamente una nueva normalidad. El hecho mismo de que este seminario se celebró en formato físico en lugar de en línea es significativo. Como sindicalistas, este evento fue crucial para compartir experiencias sobre el camino a seguir para abordar los desafíos que se avecinan y medir el éxito de ciertas medidas en los respectivos países. Además, fue una oportunidad para aprender cómo los interlocutores sociales, en este caso los sindicatos y las organizaciones de trabajadores pueden contribuir no solo a combatir los efectos inmediatos de una crisis de este tipo, sino también a la formulación de políticas a largo plazo, como la transformación hacia una economía más resistente, la protección de los trabajadores vulnerables o las iniciativas para crear una sociedad más justa basada en la justicia y la solidaridad.