Mientras el país acaba de salir de unas elecciones anticipadas - cuyo resultado aún no ha permitido formar un nuevo Gobierno -, España asume la presidencia del Consejo de la Unión Europea desde el 1 de julio hasta finales de año.
El país que ejerce la presidencia del Consejo organiza y dirige todas las reuniones del Consejo de la UE. También representa al Consejo en sus relaciones con las instituciones de la UE, incluso en el marco de los trílogos con el Parlamento y la Comisión. Como tal, el Estado miembro que ocupa la Presidencia tiene un considerable peso a la hora de fijar prioridades políticas.
El gobierno español aprovechará esta oportunidad para impulsar cuatro prioridades:
- reindustrializar la UE y garantizar su autonomía estratégica abierta;
- avanzar en la transición verde;
- promover una mayor justicia social y económica;
- reforzar la unidad europea.
Más concretamente, en relación con la tercera prioridad, la presidencia española se centrará en el diálogo social, el trabajo digno y la economía social. En este sentido, impulsará el debate sobre cómo la negociación colectiva verde puede favorecer una transición verde justa. También tratará de cerrar un acuerdo con los interlocutores sociales europeos sobre el trabajo a distancia y el derecho a la desconexión. También acelerará las negociaciones sobre la Directiva relativa al trabajo de plataforma y la Directiva relativa a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al amianto durante el trabajo. Por último, apoyará la puesta en marcha de la iniciativa sobre el marco de desequilibrios sociales, cuyo objetivo es introducir indicadores para detectar y corregir posibles desequilibrios sociales dentro del Semestre Europeo, con vistas a su aplicación por primera vez en otoño de 2023.
Puede consultar el programa completo de la presidencia española del Consejo aquí.