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Modelar el futuro del trabajo: evaluar el impacto de la Autoridad Laboral Europea

Exploración del papel fundamental de la ELA en la mejora de las prácticas laborales justas y el fomento de la cooperación transfronteriza en la UE

El 25 de enero, bajo la Presidencia belga de la UE, se celebró una conferencia para realzar la labor de la Autoridad Laboral Europea (ELA) y evaluar su eficacia. El Parlamento Europeo había revisado previamente el mandato de la ELA el 18 de enero de 2024.

La ELA ayuda a los Estados miembros de la UE y a la Comisión Europea a gestionar la movilidad laboral. Los problemas derivados de los abusos laborales afectan a los empleados, los empleadores y los Estados miembros, y conllevan pérdidas fiscales y de modelo social. La mejora de la cooperación entre los Estados miembros y las inspecciones conjuntas de la ELA son vitales para hacer frente a estos retos.

El suministro de información es uno de los principales objetivos de la ELA para hacer frente a la confusión generalizada sobre derechos y normativas entre empresas y trabajadores. Como preparación para la evaluación formal de la ELA en el verano de 2024, las autoridades belgas compartieron sus experiencias con el comisario Schmit, destacando la importancia de la movilidad para combatir la escasez de mano de obra y la necesidad de actualizar la normativa, especialmente para los nacionales de terceros países.

Los investigadores Frederic De Wispelaere y Lynn De Smedt, de HIVA KU Leuven, evaluaron el papel de la ELA en el proyecto INFO-POW, destacando la necesidad de un amplio acceso a la información en materia de movilidad laboral, especialmente en el sector de la construcción. Recomendaron mejorar los servicios de información para las distintas partes interesadas e integrar diferentes canales de información.

De Wispelaere destacó el potencial de la ELA en la lucha contra el dumping social y sugirió mejoras en todos los ámbitos de aplicación: prevención, detección, control, sanción y recaudación. El Parlamento Europeo apoya la ampliación del mandato de la ELA para una movilidad laboral más justa, incluida una mejor cooperación con las autoridades nacionales y los interlocutores sociales que aborde la movilidad nacional de terceros países y garantice los recursos adecuados para una aplicación efectiva y el desarrollo del personal.