Los días 2 y 3 de marzo de 2023 se celebró en Roma/Italia un seminario internacional sobre «Bienestar y trabajo por reconstruir: una contribución sobre la nueva cuestión social», organizado por MCL / EFAL (Movimento Cristiano Lavoratori / Ente Nazionale per la Formazione e l'Addestramento dei Lavoratori) en cooperación con EZA y financiado por la Unión Europea.
Asistieron al seminario 80 representantes de organizaciones de trabajadores de Malta, Grecia, España, Portugal, Moldavia, República Checa, Eslovenia, Italia, Países Bajos, Austria, Alemania y Bélgica. El tema central del seminario fue el trabajo y la reconstrucción del tejido social y cómo es posible intervenir a través del diálogo social en los países de la UE.
En la primera parte del seminario se debatió el sistema de una política activa del mercado laboral y cómo unas medidas adecuadas de formación y reorientación profesional pueden permitir una reincorporación gradual de los desempleados al mercado laboral. La aplicación real de medidas activas también es necesaria para resolver los problemas aún no resueltos del salario mínimo, que sigue mostrando considerables deficiencias, especialmente en lo que se refiere a la fase de activación.
Otro tema fue: ¿Qué papel puede desempeñar la UE después de la pandemia? Tras la Segunda Guerra Mundial, garantizó un nivel de prosperidad sin precedentes, así como derechos humanos y sociales. Desde los años 90, el modelo social europeo se enfrenta a la austeridad económica y a los procesos de globalización. Sin embargo, Europa ha respondido a la pandemia con medidas expansivas, conjuntas e innovadoras como la «Next Generation EU». En este contexto, el diálogo social desempeña un papel estabilizador. Los participantes en el seminario coincidieron en que se deben encontrar soluciones sobre cómo afrontar los retos motivados por el cambio demográfico, la digitalización, los fenómenos migratorios y la globalización. Si no se abordan adecuadamente, podrían dar lugar a mayores desigualdades y lagunas en la protección social. Con la participación activa de los interlocutores sociales y un diálogo social reforzado, la Unión Europea y sus estados miembros tendrían que identificar políticas prioritarias destinadas a neutralizar los riesgos asociados a estos fenómenos y transformarlos en oportunidades para el crecimiento, la inclusión y el desarrollo de sistemas sociales más maduros. Estas prioridades incluyen:
- Fomento del empleo, especialmente para los jóvenes.
- Condiciones de trabajo dignas.
- Protección social integral e inclusión social.
- La transición a una economía verde y digital con financiación y oportunidades de formación adecuadas.
- Mejora y actualización continuas de las competencias, especialmente en el ámbito digital.
- Igualdad de trato y de oportunidades,
- Facilitar la movilidad de trabajadores, estudiantes y becarios.
- Integrar a los inmigrantes laborales y a los solicitantes de asilo.
- Lucha contra la exclusión y la pobreza.
- Apoyar el empleo de las mujeres.
- Garantizar la sostenibilidad de los regímenes de pensiones y prestaciones a largo plazo.
- Garantizar el acceso universal a los servicios sociales básicos y ampliar los derechos sociales y la protección a los trabajadores con empleos atípicos.