Del 23 al 25 de febrero de 2023 se celebró en Lyon / Francia la 8ª Semana Social Europea sobre el tema «(R)evolución Europa. Mundo laboral y diálogo social del futuro», organizada por ESRI (Instituto Europeo de Responsabilidad Social), en cooperación con CFTC y EZA y financiada por la Unión Europea.
En la conferencia participaron 66 representantes de organizaciones de trabajadores de Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Italia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía y Ucrania.
Objetivo del proyecto:
El objetivo del evento fue debatir cuestiones importantes del desarrollo del mundo laboral con ponentes competentes y representantes de los trabajadores. Entre ellas figuran, también por su actualidad, las consecuencias de los avances técnicos a través de la inteligencia artificial y la digitalización, los retos del Pacto Verde, los efectos de la guerra rusa contra Ucrania con las consecuencias para las cadenas de suministro y a través de las sanciones y las consecuencias de la inflación para los trabajadores.
Las diferentes informaciones y referencias de las distintas organizaciones de trabajadores de los distintos países debían reflejarse con la información de los ponentes e intercambiarse entre sí. El objetivo fue intercambiar las distintas experiencias con incidentes concretos en la transformación del trabajo.
Contenido:
El evento se dividió en diferentes áreas de interés para las presentaciones y los debates:
-El futuro de Europa – Consecuencias de las crisis
-El futuro de la política del mercado laboral y la política social
-Gestión sostenible
-Digitalización e inteligencia artificial
-Cambio en el trabajo mediante ejemplos concretos (teletrabajo, expectativas laborales de los jóvenes, aprendizaje permanente y conciliación del trabajo familiar y el empleo remunerado) y
-El futuro de la cohesión – Impacto de la transformación digital y ecológica en las regiones de Europa.
Nuestra época se caracteriza sobre todo por el hecho de que los retos son muy diversos, extremadamente complejos y se producen al mismo tiempo. Esto dificulta a los responsables políticos justificar sus políticas de forma comprensible para todos y esperar que sean entendidas. Todo está casi conectado con todo lo demás.
Los políticos hablaron sobre el bloque temático El futuro de Europa - Consecuencias de las crisis o política del mercado laboral y política social. Elmar Brok (Alemania), diputado del Parlamento Europeo desde hace muchos años, subrayó la importancia de actuar conjuntamente en las crisis. Dejó claro lo importante que es, especialmente en tiempos de crisis, actuar juntos como «Europa». En este sentido, opinó que la guerra rusa contra Ucrania y también la crisis del coronavirus han demostrado y siguen demostrando lo importante que es la cooperación de cada uno de los Estados con las instituciones europeas, a pesar de todas sus deficiencias. A fin de cuentas, ya ha conducido a un fortalecimiento de «Europa». Elmar Brok expresó su esperanza de que esta lección continúe en el futuro.
Karien van Gennip (Países Bajos), ministra de Asuntos Sociales y Trabajo de los Países Bajos, explicó en su presentación las medidas adoptadas en los Países Bajos para garantizar el empleo y dotar a la seguridad social de una base sostenible. Llamó la atención sobre los nuevos desarrollos del mercado laboral que aún no han sido cubiertos adecuadamente por la legislación laboral. En los Países Bajos también es importante disponer de suficientes trabajadores cualificados para el futuro.
En la sesión plenaria, el segundo día comenzó con un añadido al programa. Uliana Pyrih, de la organización juvenil del sindicato ucraniano VOST «VOLYA», realizó un impresionante relato de la precaria situación de los jóvenes en su país. Expresó su esperanza de que la guerra termine pronto y su país pueda reconstruirse.
Las cuestiones éticas desempeñan un papel importante en la cuestión de la transformación del trabajo. La profesora Sophie Izoard-Allaux, de la Universidad Católica de Lille (Francia), hizo una aportación fundamental al respecto. Hizo hincapié en los retos éticos que plantea, desde una perspectiva socialcristiana, una actividad económica sostenible y responsable, pero también un consumo sostenible.
El siguiente bloque temático se centró en el
Pacto Verde y sus efectos en el trabajo. El Dr. Frank Siebern-Thomas, de la Comisión Europea (Dirección General de Empleo) en Bruselas, presentó las diversas iniciativas de la Comisión sobre el Pacto Verde. En este contexto, describió diversos programas de la Comisión que, por un lado, deben apoyar el urgente cambio ecológico, pero, por otro, intentan amortiguar los efectos negativos sobre el propio trabajo y el empleo. Por lo tanto, no debería haber ningún cambio sin las necesarias medidas de acompañamiento, afirmó Frank Siebern-Thomas. Destacó especialmente el nuevo Plan Industrial del Pacto Verde, que intenta combinar la transformación ecológica con los intereses de la política social e industrial.
Joseph Thouvenel, secretario sindical de la CFTC (Francia), abordó el impacto de la Economía Verde en el trabajo. Dejó claro que el apoyo de la UE es necesario en este ámbito, sin el cual se producirían efectos negativos en diversos sectores. Como ejemplo, mencionó los graves cambios que cabe esperar en la industria del automóvil. Su temor era que nosotros pudiéramos gestionar la transición ecológica, pero ésta apenas progresara en otras partes del mundo. Esto iría en gran detrimento del empleo en Europa.
Una y otra vez se plantea la cuestión de si los avances tecnológicos están destruyendo más puestos de trabajo que creando otros nuevos. El profesor Francesco Seghezzi, Presidente de la Fundación ADAPT (Italia), describió los cambios en el trabajo debidos a la digitalización. Destacó numerosos cambios, pero según los resultados de estudios recientes, no deberían conducir a una reducción del empleo. El problema no es el número de puestos de trabajo, sino su calidad. Por ello, recomendó explícitamente a los sindicatos que se centraran en la calidad de los cambios con sus programas y objetivos. Entre otras cosas, esto implica el control de los trabajadores, las horas de trabajo, la sobrecarga, el desarrollo de competencias y los límites entre el trabajo y la vida.
El Dr. Claudio Zettel, del Centro Aeroespacial Alemán - DLR (Alemania), mostró en una proyección escenarios de un posible desarrollo del mundo laboral en la transición al siglo XXII. Se trata de un proyecto del DLR desarrollado en colaboración, entre otros, con el Ministerio Federal de Educación e Investigación. Mostró claramente lo importante que es para las organizaciones de trabajadores – pero también para la política– influir en la evolución. Al final, podría surgir un «sistema de gobierno determinado puramente por la técnica» en el que no hubiera lugar para la libertad y las estructuras democráticas. En los resultados del desarrollo influyen especialmente tres fuerzas motrices: el cambio técnico, el desarrollo demográfico/migración y el cambio ecológico o climático. Este cambio global también tiene un claro impacto en nuestros sistemas de seguridad social. Más información sobre los escenarios de trabajo de pasado mañana: www.arbeit2100.de.
Ludovic Voet, de la Confederación Europea de Sindicatos, señaló los problemas que ya existen hoy en día cuando no existe una regulación para las profesiones y actividades que se acuerdan entre los interlocutores sociales o que el Estado dota de una normativa mínima. Con ello, Ludovic Voet llama la atención sobre la urgente necesidad de regulación.
La última jornada se centró en breves presentaciones sobre el teletrabajo (Robert Weber, Luxemburgo), las expectativas laborales de los jóvenes (Aneta Szczykutowicz, Polonia), el aprendizaje permanente (Geoffroy de Vienne, Francia) y la conciliación del trabajo familiar y el empleo remunerado (Michela Morandini, Italia). Se presentaron problemas específicos que ya existen debido al cambio de mentalidad y de tecnología. Para muchos de estos problemas no existen soluciones suficientes a escala europea ni nacional que protejan la mano de obra.
La última contribución se centró en la cuestión del futuro de la cohesión. La financiación europea del Fondo de Cohesión representa alrededor de un tercio del presupuesto y podría tener un impacto significativo en la reducción o eliminación de las disparidades sociales regionales. Roman Römisch, del Instituto de Estudios Económicos Internacionales de Viena (Austria), presentó un nuevo estudio de la Fundación Bertelsmann (Alemania), en el que había desempeñado un papel importante. En él se ha investigado qué efectos pueden tener las transformaciones digitales y ecológicas en la evolución regional de cada país. Como resultado, existen oportunidades para acercar las regiones desfavorecidas a las más desarrolladas mediante una financiación adecuada. Para ello, sin embargo, habría que reasignar recursos considerables del fondo de cohesión. En este contexto, será una nueva tarea importante para las organizaciones de trabajadores garantizar un mayor equilibrio regional.
Conclusión:
Los avances técnicos y las transformaciones ecológicas no diferirán mucho en los países de la UE. Sin embargo, la forma de abordarlas será diferente en cada país, dependiendo de la fase de desarrollo en que se encuentre. Por lo tanto, es importante ver cómo otros afrontan los retos de las transformaciones técnicas y ecológicas como organizaciones de trabajadores. Esto proporcionará indicaciones importantes para el trabajo en el diálogo social.