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La transformación digital: nuevas competencias para nuevos perfiles laborales y nuevas formas de trabajo

Los pasados 27 y 28 de enero de 2023 se celebró en Bled (Eslovenia) un seminario sobre transformación digital “La transformación digital: nuevas competencias para nuevos perfiles laborales y nuevas formas de trabajo” organizado por ZD NSi (Združenje delavcev Nove Slovenije), con el apoyo de EZA y financiado por la Unión Europea.

Su objetivo era identificar las oportunidades para una transformación digital saludable, fluida y eficiente de los trabajos en Europa de forma que se eviten a la vez las peores amenazas de esta transformación.

La pandemia de Covid-19 fue el momento en que la mayoría de los ciudadanos europeos experimentó el teletrabajo por primera vez. Esta experiencia sirvió para poner de manifiesto algunos de los riesgos y beneficios de la digitalización para empleadores y trabajadores. Tras tres años, la conmoción digital se ha reducido y es momento de una nueva reflexión.

La primera parte del seminario, al que asistieron 51 representantes de organizaciones de trabajadores de diez países europeos, tenía como objetivo definir con más precisión el concepto de transformación digital; la segunda parte, comprender las capacidades y competencias como una de sus bases; en las sesiones tercera y cuarta se analizaron los riesgos de la transformación digital y, por último, las sesiones quinta y sexta se dedicaron al análisis del aspecto político en más amplitud y se analizaron la Plataforma Digital de la Unión Europea y las medidas sistémicas que han adoptado distintos países en el campo de la digitalización.

La digitalización es una tendencia fuerte e imparable

En una sociedad globalizada, el avance de la digitalización continuará, lo queramos o no. Los elementos esenciales de la transformación digital son los datos, el equipo y las capacidades de los empleados. Tanto empleadores como empleados comprenden la necesidad de equipo, pero los otros dos elementos constituyen un reto mayor.

Cuando planeamos una transformación digital, debemos obtener la información, relacionarla entre sí y elaborar además un proceso de toma de decisiones. Uno de los principales objetivos de la Industria 4.0 es la interconexión de las máquinas, de forma que muchos de los problemas se resuelvan de forma automática y las personas participen únicamente en el proceso de supervisión.

Cada vez son más frecuentes los sistemas en los que colaboran de diversas maneras personas y máquinas. Muchos empleados con años de experiencia conocen a fondo algunas máquinas individuales, algo muy poco frecuente y de gran importancia para las empresas, pero si la transformación digital no se hace de forma correcta, tales capacidades pueden perderse con facilidad. Por eso es esencial aumentar las capacidades digitales de los trabajadores.

Capacidades o competencias digitales

Aunque los seres humanos somos muy adaptables, llevará tiempo cambiar nuestros patrones de vida y mejorar nuestras capacidades. Hay varios modelos que definen las capacidades digitales. Este seminario se centró en tres de ellos: las ocho competencias clave para el aprendizaje permanente (durante toda la vida), DigComp y las capacidades que recomienda el Foro Económico Mundial.

Con base en la conversación, los participantes del seminario identificaron tres grupos de competencias en las que nos gustaría poner un énfasis especial:

Formas de pensar matemáticas/digitales/algorítmicas/de resolución de problemas. También podrían denominarse competencias digitales en sentido estricto, dado que se relacionan directamente con el trabajo con máquinas.

Capacidad de trabajar con personas. Dado que las máquinas se ocupan cada vez más de algunos trabajos, incluyendo los que implican interacción con otros seres humanos, se corre el riesgo de eliminar la humanidad de estos servicios. En algunas profesiones (como la enfermería), en algunas partes de Europa ya se infravaloran y se pagan mal estas competencias.

Autocuidado ante la digitalización. Las consecuencias de la pandemia de Covid-19 ya nos han demostrado cómo puede el choque digital destrozar muchos equilibrios sociales y personales. Todavía no sabemos cuáles son todos los nuevos factores de estrés que acompañan a la digitalización, ni tampoco sus elementos adictivos. Debemos reconocer con rapidez los peligros y adquirir las competencias que los prevengan.

Los riesgos de la transformación digital

Los principales riesgos de la transformación digital a nivel personal incluyen una cantidad elevada de trabajo sedentario (la cultura del homo sedens), el aumento de la soledad, las nuevas conductas adictivas, la tendencia hacia la disponibilidad permanente (24/7) y la ruptura del equilibrio entre el tiempo de trabajo y de ocio.

Varios ponentes hablaron de los problemas derivados del aislamiento desde distintas perspectivas: soledad, falta de relaciones personales, de conversación y de las consultas con los compañeros. Estos son factores de alto riesgo.

Todos estos riesgos se transmiten a la salud pública a través de la recogida de datos. Algunos de los problemas (como el estrés y el agotamiento) son muy preocupantes en ciertos entornos.

También hemos subrayado los riesgos a nivel sistémico, especialmente los diversos tipos nuevos de empleo; en particular, los que se organizan mediante plataformas digitales. Los riesgos se relacionan con los cambiantes algoritmos para el cálculo de los ingresos de los trabajadores, sobre los cuales no tienen control alguno, con las nuevas formas de precariedad y con la situación jurídica de estos trabajadores (parecen ser emprendedores, pero en realidad dependen del algoritmo que les da sus trabajos).

Posibles soluciones

Las posibles soluciones pueden agruparse en tres categorías: nivel individual, nivel de empresa y nivel de sistema.

A nivel individual, hablamos principalmente de la mejora de las capacidades o competencias: gestión del tiempo, establecimiento de prioridades, compromiso personal sobre cuánto tiempo queremos pasar en redes sociales, deportes, aficiones y ocio activo, refuerzo del enfoque en la propia persona y grupos para la resolución de problemas (por ejemplo, la adición a los videojuegos).

Al nivel de las empresas, mencionamos las campañas corporativas de salud en el lugar de trabajo, la educación para trabajadores y empleadores, y la formación de grupos compuestos por ambos, con el cometido de tomar acciones diversas sobre la salud en el lugar de trabajo.

A nivel sistémico, animamos a los gobiernos a desarrollar estrategias de transformación digital, que deben ser ambiciosas y holísticas (es decir, tener en cuenta la totalidad como persona de los seres humanos), deben coordinar distintas áreas y deben ayudar a incorporar la digitalización al debate público. En diversos países se han puesto a prueba muchas medidas en distintas áreas; algunas han funcionado y otras no. De ellas pueden extraerse algunas enseñanzas.

A nivel sistémico, los puntos de enfoque principales son: la educación (que debería ser permanente o durante toda la vida, inclusiva y con la participación de las distintas partes interesadas) y el diálogo social, con énfasis particular en los encuentros en persona, el pluralismo y en hallar modos de sensibilizar a los jóvenes.