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Restaurar la democracia en el trabajo: la lucha a favor de mejores empleos, de una negociación colectiva fuerte y unos derechos de los trabajadores ejecutables

Del 29 al 31 de octubre de 2020 se celebró en Sofía / Bulgaria un seminario sobre «Restaurar la democracia en el trabajo: la lucha a favor de mejores empleos, de una negociación colectiva fuerte y unos derechos de los trabajadores ejecutables», organizado por PODKREPA (Confederación del Trabajo PODKREPA), con el apoyo de EZA y de la Unión Europea. En el seminario participaron 43 representantes de organizaciones de trabajadores procedentes de Bulgaria, Alemania, Francia y Rumanía.

El objetivo del seminario

  1. Debatir sobre la democracia y la solidaridad en el lugar de trabajo en el contexto de mayores desafíos sociales, como parte de un enfoque más amplio para una Europa más social.
  2. Resumir las propuestas de iniciativas y acciones sindicales para impulsar una mayor democracia en el lugar de trabajo.
  3. Describir el estado actual e intercambiar opiniones e información sobre las políticas y herramientas sindicales para contrarrestar el impacto negativo inmediato de la crisis del coronavirus en la mano de obra.
  4. Reflexionar sobre iniciativas prácticas para promover una mayor participación de los trabajadores dentro de sus organizaciones de cara a una mayor influencia en el diálogo social y las negociaciones colectivas, proporcionando salarios dignos, seguridad y lugares de trabajo seguros y saludables.
  5. Planificar con antelación políticas concretas, que realmente garanticen el cumplimiento efectivo de los derechos de los trabajadores a ser informados, consultados y a participar en la toma de decisiones de las empresas y administraciones públicas antes de que se adopte cualquier decisión prevista que pueda afectar a los puestos de trabajo, los ingresos y las condiciones laborales.

El programa de trabajo del seminario se organizó de la siguiente manera:

- Sesión de apertura con intervenciones clave sobre la democracia y la justicia social como valores fundamentales en el contexto político y económico;

- Ponencia académica sobre la democracia y la solidaridad en el lugar de trabajo y el derecho de asociación y libre expresión en Bulgaria;

- Presentación de las buenas prácticas de PODKREPA, relacionadas con la ejecución de un proyecto de apoyo a la adaptabilidad de los trabajadores y las empresas al entorno económico cambiante;

- Dos módulos con informes nacionales de los países participantes sobre el diálogo social y sobre la participación de las organizaciones de trabajadores en el proceso de toma de decisiones, seguidos de sesiones de preguntas y respuestas;

- Presentación sobre los impactos de la pandemia de COVID-19 en los mercados laborales y la eficacia del esfuerzo de Bulgaria para garantizar la salud y la seguridad en las condiciones de trabajo;

 - Mesa redonda «El diálogo social activo y bien estructurado: un requisito para obtener más derechos en el lugar de trabajo»;

- Intervenciones individuales, resumen y conclusiones.

Ideas principales

- La lucha por más derechos de participación para los trabajadores y sus representantes, es decir, la lucha por más democracia directa se debe situar en el centro de las actividades de los sindicatos. Muchos países miembros de la UE han desarrollado derechos justos de información y consulta y un número importante de ellos cuenta con representación de los trabajadores en los consejos de administración de las empresas. En esos países, la participación activa de los sindicalistas y los representantes de los trabajadores contribuye al éxito económico y a la estabilidad del empleo.

- Hoy en día, los retos para los sindicatos están relacionados no solo con la globalización y la erosión del empleo habitual, sino también con el debilitamiento de los vínculos con los partidos políticos y sus proyectos. La democracia en el trabajo se ha visto limitada por la falta de consulta y la creciente centralización en la toma de decisiones a todos los niveles.

- La solidaridad interna está en el centro de las acciones sindicales, pero es necesario construir la solidaridad entre el núcleo de la fuerza laboral/trabajadores con contratos permanentes, con protección social regular y personas/entorno con una relación laboral insegura, de plataforma, a tiempo parcial, ilegal, estacional. Solo se pueden salvaguardar más derechos efectivos para todos los trabajadores por cuenta ajena mediante una representación eficaz de los mismos.

-Los sindicatos deben iniciar y proponer enmiendas jurídicas en apoyo del fortalecimiento del marco legal defectuoso y limitado de la democracia en el trabajo, del salario mínimo y de la reestructuración. En este sentido, lo más importante es plantear las acciones necesarias para que se respeten los derechos de información y consulta de los trabajadores tanto a nivel nacional como transnacional. En segundo lugar, hay que superar la falta de claridad en la definición de muchas categorías de trabajadores, introduciendo acuerdos que se ajusten a la realidad de esos trabajadores, además de posibilitar su integración en las estructuras sindicales.

-Abordar el déficit de confianza en las estructuras de diálogo social como por ejemplo «las carcasas vacías» y los resultados requiere un cambio radical en la política de los sindicatos y en su forma de interactuar con el gran público.

- El diálogo social difiere de otras formas de gestionar las relaciones laborales: crea resultados tangibles, logrados a través de las negociaciones, la representación y la cooperación. En este sentido, el diálogo social efectivo es la prueba de la presencia de una sociedad democrática.

Conclusiones y recomendaciones

- Ha llegado el momento de tomar medidas urgentes: la crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto lo frágiles e inseguros que son los sistemas que hemos creado hasta ahora. Así pues, es hora de que cada político, legislador, empresa y organización de trabajadores asuma su responsabilidad y contribuya a una vida laboral más democrática y participativa.

- La COVID-19 ha puesto de manifiesto las líneas divisorias globales entre el trabajo y el capital: el derecho fundamental a la democracia en el trabajo tiene que hacerse valer ahora más que nunca. Es necesario que haya más democracia en el trabajo, ya que los trabajadores soportan las enormes consecuencias sociales y económicas de la pandemia. En este sentido, la recuperación tras la pandemia solo se puede lograr de forma democrática, con la participación efectiva de la mano de obra.

- Un peligro enorme para unas relaciones laborales e industriales más democráticas es el rápido crecimiento de la proporción de trabajadores «digitales». Para ellos, no se puede organizar la representación de los trabajadores. La distancia física, la separación y el aislamiento son solo algunos de los problemas. Los problemas son las colosales variaciones en las condiciones de trabajo, los contratos de trabajo, la legislación laboral y la remuneración. Se necesitan nuevas tácticas para organizar a estos trabajadores y nuevas formas de hacer que los sindicatos sean atractivos y visibles para ellos.

-  La mayor participación en la negociación colectiva debería ser una prioridad clave en todos los sindicatos. La participación efectiva se puede lograr a través de: el establecimiento de una nueva cultura organizativa; la asignación de más recursos; la formación de los miembros del equipo negociador; la construcción de campañas organizativas, la cooperación y la coordinación, la no competencia con aquellos trabajadores que no están afiliados al sindicato.

- Los poderes de las organizaciones de trabajadores se basan en la afiliación y las competencias: interlocutores fuertes y creíbles en las negociaciones y el diálogo. Otro componente importante de la fuerza de los sindicatos es la capacidad de movilización para la acción colectiva y la presión por los derechos laborales. Por lo tanto, las campañas de información, la movilización, las estrategias legales y las acciones colectivas, se deben aplicar de forma coherente para lograr más democracia en el trabajo.

- Para una participación efectiva en el diálogo social, los sindicatos deberían prestar más atención a la preparación de los equipos de negociación. En este sentido es importante aumentar los conocimientos económicos y jurídicos o, cuando sea posible, involucrar a los expertos. En segundo lugar, la comunicación de los resultados del diálogo social se debe mejorar hasta el punto de que todos los trabajadores se familiaricen con los derechos y pagos adquiridos.

- La pandemia actual debería ser considerada por los sindicatos como una llamada de atención para pasar a la ofensiva por un nuevo contrato social que, con mayor sentido de la compasión y la solidaridad, valore, proteja y compense mejor a los trabajadores.