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Trabajos dignos en el mundo de trabajo digitalizado

Entre el 22 y el 25 de junio de 2017 se celebró en St. Pölten (Austria) un seminario con el título “Trabajos dignos en el mundo de trabajo digitalizado” organizado por KAB Alemania (Katholische Arbeitnehmer-Bewegung Deutschlands e.V.) con el apoyo de EZA y de la Unión Europea. El seminario formó parte de la coordinación de proyecto de EZA sobre el tema “Repercusiones del mundo laboral digital sobre la vida de los trabajadores y de sus familias. Reflexiones socioéticas.”

La digitalización es un tema muy actual. La introducción de tecnologías inteligentes en la industria se considera la “cuarta Revolución Industrial”, abreviada como Industria 4.0. El ritmo de la penetración digital es enorme en todos los ámbitos de la vida y los desafíos son grandes. Muchas formas de trabajo están perdiendo su vinculación temporal. Cada vez más actividades podrán ser desarrolladas por máquinas en el futuro. Durante un seminario europeo bajo la dirección de KAB Alemania en la ciudad austriaca de St. Pölten, se analizaron y evaluaron los desarrollos. Los representantes de organizaciones de trabajadores de Alemania, Austria, Italia, Bélgica, Luxemburgo, los Países Bajos y Suiza desarrollaron guías políticas a las que les gustaría orientar sus proyectos, acciones y campañas en los próximos años. En este sentido la configuración de un mundo laboral digno constituye el objetivo principal.

Durante la visita a la empresa GEBERIT se puso de manifiesto claramente en la charla con la Dirección y con el Comité de Empresa. Según el Director Helmut Schwarzl: “En GEBERIT se está produciendo principalmente un desarrollo continuo tecnológico de la automatización de la producción y una pequeña revolución industrial. El grupo GEBERIT implantado a nivel mundial es el líder de mercado europeo de productos sanitarios y cuenta con 12.000 trabajadores en más de 40 países. El Dr. Stefan Perini del Instituto AFIIPL en Italia comentó al respecto: “El término Industria 4.0 apareció por primera vez en 2011 en la feria de Hannover en el marco del plan de acción sobre la estrategia de alta tecnología 2020 del Gobierno alemán”. Con este programa, el Gobierno alemán persigue un cambio de paradigma en el sistema de producción para impulsar una política industrial orientada a la reactivación de la propia economía, así como una estrategia de marketing. En los últimos años, se han elaborado también en los EE.UU. y en Francia planes orientados a una nueva reactivación industrial. Según Perini: “Algo después que en Alemania, en septiembre de 2016 el Gobierno italiano anunció el cambio a la Industria 4.0 con su Plan Industria 4.0.

La denominada cuarta revolución industrial es un proceso de cambio que se configura de una forma mucho más difícil que las revoluciones tecnológicas hasta la fecha. De hecho las últimas fueron provocadas por determinadas innovaciones, p.ej. por la máquina de vapor, la cadena de montaje o el ordenador. El nuevo paradigma de Industria 4.0 requiere por el contrario una amplia serie de tecnologías innovadoras y relacionadas entre sí. Las características principales de la fábrica inteligente que se adapta a la Industria 4.0, son la inteligencia de datos, la robotización, el Internet de las cosas, sistemas para la conexión del mundo físico y virtual (también llamados sistemas ciberfísicos – CPS), computación en la nube, inteligencia artificial, sistemas de transporte autónomos y producciones a medida y sobre todo el empleo de personal altamente competente que pueda afrontar las nuevas tecnologías y los desafíos correspondientes. Se crean entornos laborales complejos en los que las máquinas se comunican entre sí y las personas trabajan conjuntamente para poder aprender también algo nuevo.

Frente a la afirmación de una tecnificación y automatización neutrales, el Dr. Michael Schäfers, Director de la ponencia fundamental de KAB Alemania expuso su tesis: “Los desarrollos tecnológicos que se esperan estarán relacionados con una transformación ya surgida de la propiedad, las relaciones de poder, la apropiación del valor añadido del trabajo y la creación de valor debida a profundas incisiones en las estructuras empresariales. Su dirección y consecuencias se reflejan en primer lugar sobre todo en los contornos.”

Las repercusiones de la digitalización en el mercado laboral son difíciles de estimar. Según la estimación más reciente del Foro Económico Mundial se perderán hasta 2020 un total de 7,1 millones de puestos de trabajo y surgirán 2,1 millones de puestos de trabajo cualificados. En el año 2016, Frey y Osborne publicaron un estudio bastante preocupante sobre el mismo tema. Los autores analizaron más de 700 profesiones en el mercado laboral norteamericano y llegaron a la conclusión de que uno de cada dos puestos de trabajo corre el peligro de ser automatizado. Según ambos autores, en el transcurso de 10 a 20 años cerca del 47 % de los puestos de trabajo serán barridos por las nuevas tecnologías en los EE.UU.

Andreas Gjecaj, Director de la Confederación Sindical Austriaca (ÖGB) planteó sus tesis pensando en el futuro del trabajo. Entre otros exigió: “Internet no puede convertirse en una dimensión de nuestro mundo vital y laboral en el que no se aplique ni la ley ni el derecho.” En el mundo laboral se crean relaciones laborales completamente nuevas, p.ej. el llamado trabajo colaborativo. Aquí se insertan ofertas de trabajo en plataformas en Internet y en el marco de una competitividad da nivel mundial la gente ofrece sus servicios laborales. Faltan todas las normas de derecho laboral, no existe un salario mínimo, ninguna protección de los trabajadores y el resultado de este nuevo tipo de jornales son salarios de 1,5 dólares a la hora o el contravalor de una pizza al final de la jornada laboral. Sin normas vinculantes que se apliquen a todas las plataformas de Internet se produce de esta forma un empobrecimiento de amplias capas de población, especialmente jóvenes que se ven engañados por un acceso a relaciones laborales normales.

Gjecaj exigió que la “juventud no debe ser el perdedor olvidado de la digitalización”. Con demasiada frecuencia hay jóvenes que desembocan en relaciones laborales precarias y deben dar la cara por las carencias en el sistema educativo. La formación y el aprendizaje permanente de los jóvenes tendrán un valor elevado debido a la digitalización.

Según Gjecaj, “los puentes en el futuro necesitan un fundamento firme en el presente”. Justo en la era de un cambio radical, el equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo tiene una importancia vital. Asimismo el fundamento del presente también debe procurar una distribución lo más justa posible de la cantidad reducida de trabajo remunerado, así como una distribución de las ganancias de bienestar que pretende la digitalización en lugar de concentrar el poder y el dinero todavía más en las manos de unos pocos. La era digital también precisa normas justas y practicables para proteger a los desempleados así como seguros de derecho laboral y de seguridad social. Aunque sobre la base de este fundamento sólido se debe mantener la visión abierta y libre para un puente en el futuro para una sociedad en la que es posible que las máquinas realizan la mayor parte del trabajo.