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Cómo lograr una verdadera igualdad de género en el trabajo

Del 23 al 27 de octubre de 2022 se celebró en Lyon/Francia un seminario sobre «Cómo lograr una verdadera igualdad de género en el trabajo», organizado por la CFTC (Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos), con el apoyo de EZA y financiado por la Unión Europea.

INTRODUCCIÓN

La igualdad de género es un objetivo perseguido por la Unión Europea y objeto de políticas apoyadas tanto a nivel nacional como europeo.

Nuestro trabajo consistió en hacer balance de las respectivas legislaciones, pronunciándonos sobre sus puntos fuertes y débiles para poder evaluar su eficacia y considerar las propuestas adecuadas para buscar efectivamente la igualdad de género.

Más allá de este estado del derecho positivo de los Estados en la materia, los participantes se preguntaron sobre la aplicabilidad del principio de igualdad a los sexos, que son por supuesto diferentes y complementarios en lo fundamental, a saber, el hombre y la mujer.

Tener en cuenta esta diferencia parece imperativo para comprender la lógica de la constatación de igualdad.

A partir de esta hipótesis confirmada, aplicada en particular al ámbito profesional, hemos podido demostrar que la igualdad de género en el trabajo, por esencial que sea, no es uniforme.

Al seminario asistieron 34 representantes de organizaciones de trabajadores. Estuvieron representados los siguientes países: Albania, Alemania, Bélgica, Bulgaria, España, Francia, Lituania, Moldavia, Portugal y Rumanía.

El seminario fue presidido por Joseph THOUVENEL, secretario confederal de la CFTC.

El seminario fue inaugurado por Veselin Mitov, vicepresidente de EZA.

Se debatieron los siguientes temas:

  • «Evolución jurídica en Francia» por Dña. Sandrine Chadefaux, jefa del Departamento Jurídico de la CFTC PARÍS.
  • «La cuestión de la igualdad desde la perspectiva alemana», por Suzanne Hirshchberger, jefa de la Unidad de Pastoral Obrera-IG-METALL, Alemania.
  • «La cuestión de la igualdad de género desde la perspectiva de Portugal» por Dña. Maria Reina Martin, presidenta de FIDESTRA-Portugal.
  • «La cuestión de la igualdad de género desde la perspectiva de Bulgaria», por Veselin Mitov, secretario internacional de PODKREPA-Bulgaria.
  • «La cuestión de la igualdad de género desde la perspectiva de España», por D. Martiniano Blázquez, miembro del Consejo de CEAT España.
  • «La situación de las viudas en África en el contexto de los trabajadores africanos en Francia», por el Sr. Jean-Baptiste Pandzou, vicepresidente de la CSFV-Fédération Commerce Service Force de Vente.
  • «¿Existe igualdad entre niños y niñas desde el jardín de infancia hasta la escuela primaria?», por la Sra. Krystele Gratien, profesora especialista - Red de Ayuda a Niños Necesitados.
  • «La cuestión de la igualdad de género desde una perspectiva lituana», por Jelena Soms, vicepresidenta de la Confederación Lituana de Sindicatos (LDF).
  • «El posicionamiento de la Confederación Europea de Sindicatos», por el Sr. Vladimir Djordjevic, consejero confederal CFTC.
  • «Acción de la CFTC en favor de la igualdad de género en el Alto Consejo para la Igualdad», por Aurélie Chasseboeuf, consejera confederal CFTC.
  • «El papel de los padres en la construcción del ser humano», por la Sra. Anne Schaub-Thomas, psicoterapeuta-Bélgica.
  • «La cuestión de la igualdad de género desde la perspectiva de Albania», por Bilbil Kasmi, presidente de SAUATT-Albania.
  • «La cuestión de la igualdad de género desde la perspectiva de Rumanía», por Silviu Ispas, director de IFES-Rumanía, y Bogdan Hossu, presidente del sindicato Cartel Alfa-Rumanía.
  • «Qué es la igualdad», por Madame Chantal Delsol, filósofa.

Resultados del seminario

Francia, como otros países europeos, ha promulgado una serie de leyes destinadas a establecer la igualdad entre hombres y mujeres.

En Francia, hemos pasado del principio de no discriminación al concepto de discriminación positiva y a la aplicación de la política de cuotas. Este último sistema ha incrementado cuantitativamente el número de mujeres al mando. Por ejemplo, en 2021, el 45,3 % de los consejos de administración de las grandes empresas francesas eran mujeres (37,9 % en Bélgica, 36 % en Alemania, 32,6 % en España y 31 % en Portugal). Sin embargo, esta política invasiva en las empresas puede chocar con el gran principio de la meritocracia republicana. ¿Hay que legislar a riesgo de no respetar las decisiones expresadas libre y democráticamente? ¿Cómo pasar del estatus –inadecuado– de incapacidad de la mujer al estatus –legítimo– de igualdad de género, ignorando la diferencia innata entre los sexos? Nuestras sociedades están cambiando, incluso en cuestión de las revoluciones sobre estos temas, ¿saldrán indemnes los hombres y las mujeres de esta brutal transformación? ¿Instituciones como la Agencia Especial para la Igualdad de Oportunidades en Rumanía o el Alto Consejo para la Igualdad en Francia tienen un impacto real en las políticas nacionales?

Decisiones

Los sindicatos presentes en el seminario tienen la intención de proseguir sus esfuerzos para presentar propuestas de desarrollo legislativo en materia de igualdad de género en sus respectivos países. En general, desean una legislación más restrictiva a escala europea que respete las diferencias existentes entre hombres y mujeres. Es importante que nuestras organizaciones inviertan en lugares de reflexión sobre la igualdad de género, como el Alto Consejo para la Igualdad en Francia. Todos están de acuerdo en que no hay que tratar de equiparar un género con el otro para lograr la igualdad, que eso sería un cebo que impide comprender bien la situación de hombres y mujeres.

Hay que empoderar a las mujeres sin menoscabar la masculinidad y aprobar leyes adaptadas a las diferencias de género para no deshacer las desigualdades con el pretexto de combatirlas.

Se ha observado que la concesión de ciertos derechos a las mujeres podría, de hecho, conducir a situaciones discriminatorias para los hombres. Por ejemplo, la paridad exigida puede dar lugar a que una persona quede excluida de la contratación no por sus cualificaciones, sino por su sexo. Esto significa desigualdad de oportunidades y, por tanto, de derechos, tanto para las mujeres como para los hombres. Por tanto, sería más justo aspirar a la paridad trabajando sobre los medios de una verdadera libertad de elección y teniendo en cuenta las especificidades de los distintos ámbitos profesionales, especialmente en relación con la maternidad.

Debemos resistirnos a una igualdad radical y ciega que, si prescinde de la naturaleza y de los deseos profundos del ser humano, equivaldría a una ausencia real de elección.

Consecuencias

A pesar de los avances legales en Europa en materia de igualdad de género, debemos permanecer vigilantes y preservar los derechos que las mujeres han adquirido en los últimos años. Nuestras construcciones jurídicas podrían tambalearse fácilmente si no se asientan sobre bases sólidas, es decir, cuidadosamente pensadas y no sujetas a la perversión de la norma tal como quisiéramos imaginarla.

Necesitamos avanzar hacia políticas que aborden las desigualdades de derechos, y no queremos obstinarnos en crear una «igualdad» artificial entre géneros naturalmente diferentes. Las mujeres deben recuperar su condición de personas capaces, dotadas de un patrimonio de derechos y deberes igual al de los hombres.