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El proceso de integración y el aumento de la pobreza en la época de la pandemia de la COVID-19

Los días 16 y 17 de mayo de 2022 tuvo lugar en Bucarest, Rumanía, un seminario internacional de estudio organizado por MCL / EFAL (Movimento Cristiano Lavoratori / Ente Nazionale per la Formazione e l'Addestramento dei Lavoratori) en cooperación con EZA con el título «El proceso de integración y el aumento de la pobreza en la época de la pandemia de la COVID-19». El seminario tuvo lugar en el marco del proyecto especial de EZA para las organizaciones de trabajadores de los Balcanes Occidentales y fue financiado por la Unión Europea.

Al seminario asistieron 35 representantes de organizaciones de trabajadores de Italia, Bulgaria, Hungría, Rumanía, Moldavia, Albania y Croacia.

El acto se inauguró con la bienvenida del presidente de ACM, Antonio di Matteo, del embajador de Italia en Rumanía, Alfredo Maria Durante Mangoni y del copresidente de EZA, Piergiorgio Sciacqua.

El senador Alexandru Nazare, ex ministro de Finanzas y eurodiputado, presentó el punto de vista político de Rumanía en el proceso de integración y en apoyo de la cohesión social.

Fue valiosa la contribución de los representantes del mundo del trabajo que trataron los siguientes temas en las dos sesiones moderadas por Piergiorgio Sciacqua y Giorgio D'Antoni: el diálogo social, la indiferencia y la participación en tiempos críticos, el proceso de integración de las jóvenes generaciones, las dificultades para las empresas y el papel de las organizaciones de trabajadores en el proceso de integración europea.

Más allá del tema del trabajo y de todo lo que ha traído la pandemia en los últimos dos años, también se habló de la guerra en Ucrania, centrándose en las preocupaciones de los países fronterizos. El testimonio de Cesare Lodeserto fue especialmente apreciado.

En este seminario se destacaron muchos puntos críticos, tanto por las decisiones políticas de cada país como por la debilidad política de la Unión Europea. Sin embargo, hubo un fuerte sentido de la responsabilidad y la determinación de continuar en el camino de la construcción de una Europa de los pueblos y no de las naciones, respetando los valores, así como poniendo al ser humano en el centro y construyendo a su alrededor toda perspectiva de vida en paz.

La mesa redonda final abordó, por tanto, lo fundamental que es el papel del diálogo social europeo para superar los obstáculos y las dificultades en el camino de la integración social y económica, así como para fomentar de la mejor manera posible la relación entre los interlocutores sociales y las instituciones en el ámbito laboral, con el objetivo de apoyar el pleno empleo y permitir la autorrealización de los trabajadores.

En esta perspectiva, el papel de las organizaciones de trabajadores es estratégico para comprender y promover las nuevas demandas y necesidades de los trabajadores en tiempos de globalización. El seminario ha conseguido continuar la formación y el apoyo a las organizaciones de trabajadores e intercambiar opiniones sobre los cambios y las mejores prácticas.

En las conclusiones del copresidente de EZA, Piergiorgio Sciacqua, se destacó el papel de estos países y la importancia de su plena inclusión en Europa, en vista de la actual guerra en Ucrania. Numerosas razones influyen en la aceleración del proceso de integración de los Balcanes en la Unión Europea. Al mismo tiempo, también hay numerosas razones para un proceso complicado y largo que requiere considerables esfuerzos políticos y diplomáticos. La situación de conflicto en la región pone a los países de la misma en una situación difícil, especialmente en un momento en que la confianza en el sistema político de la UE está siendo cuestionada por los movimientos nacionalistas y xenófobos, por lo que se da gran importancia a cuestiones como el cierre de las fronteras exteriores ante los flujos migratorios y otros acontecimientos similares. Al mismo tiempo, la crisis económica creada por la pandemia de la COVID-19 ha puesto a prueba la relación entre los estados nacionales y la UE y las relaciones entre los estados miembros. Esto tiene el efecto de desalentar aún más la ampliación de la adhesión a los países que se encuentran objetivamente en una situación difícil.

Por otra parte, se necesita urgentemente una respuesta a las solicitudes de adhesión en un plazo relativamente corto para contrarrestar las influencias externas destinadas a limitar el impacto de la acción exterior en el sistema político y económico europeo. La prosperidad económica y social de la UE exige imperativamente la defensa de los intereses comunes, por lo que no podemos permitirnos el lujo de abstenernos o dudar en este momento.

Por último, tenemos valores comunes que nos llevan a compartir la experiencia europea con los pueblos de los Balcanes Occidentales, con los que tenemos mucho en común históricamente en los ámbitos cultural, económico y político. La conciliación entre estas posiciones debe llevar a la conclusión de un proceso que lleva mucho tiempo en marcha, pero que no puede completarse sin determinación.