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Los trabajadores desprotegidos son personas vulnerables: el papel de las organizaciones de trabajadores en la humanización del trabajo en la agricultura

Del 10 al 13 de febrero de 2022 se celebró un seminario internacional sobre “Los trabajadores desprotegidos son personas vulnerables: el papel de las organizaciones de trabajadores en la humanización del trabajo en la agricultura”, organizado por FIDESTRA (Associação para a Formação, Investigação e Desenvolvimento Social dos Trabalhadores), en colaboración con el Centro Europeo para los Asuntos de los Trabajadores (EZA) y con el apoyo financiero de la Unión Europea.

Al seminario asistieron 82 representantes de organizaciones de trabajadores, 72 en persona y 10 por Internet. Los participantes procedían de Portugal, España, Francia, Italia, Chipre, Alemania, Lituania, Bulgaria, Albania, Rumanía, Serbia y Ucrania (como invitados).

Los objetivos del seminario eran:

-Identificar las situaciones de explotación laboral en cada país, especialmente en el sector primario;

-Información sobre las medidas adoptadas a nivel nacional y europeo para hacer frente a esta dramática situación desde una perspectiva laboral, económica y social;

-Discutir las estrategias de actuación capaces de minimizar la explotación laboral y la exclusión social que ya están en marcha y las previsibles para los próximos años si no se toman medidas;

-Evaluar el proceso de integración social y laboral en Europa y los cambios en el mercado laboral europeo y los cambios sociales y políticos;

-Entender lo que piensan los jóvenes sobre este tema;

-Concienciar a los trabajadores, a los empresarios y a la sociedad en general de la necesidad de valorar el trabajo y a los trabajadores rurales.

Como ideas/fuerzas del debate destacamos:

Sesión de apertura: se hace hincapié en el llamamiento a la humanización del trabajo, especialmente en la agricultura, para la construcción de una Europa cohesionada y humanizada, independientemente del color de piel y del origen de cada trabajador.

A nivel nacional, destacamos:

- que muchos de los inmigrantes son trabajadores agrícolas porque es más fácil encontrar empleo allí. Al sector primario no le falta trabajo sino mano de obra. Los trabajadores que vienen con contrato, o «proveedores de servicios», suelen ser inmigrantes que llevan cinco años o más en nuestro país y ayudan a contratar a sus compatriotas. Hay empresas que contratan a trabajadores y proveedores de servicios y los tratan con gran dignidad. El problema surge cuando los «proveedores de servicios» colocan a los inmigrantes en empresas privadas no regulares en las que no hay control. La implantación de sistemas de certificación sería la mejor manera de avanzar para todos los trabajadores.

- la dinámica demográfica en Portugal y los retos de la inmigración en la región del Algarve a partir de cuatro áreas definidas: crecimiento demográfico definido África/Asia frente a Europa; nuevas características de la migración; urbanización y migración interna asimétrica; demanda de esclavización de trabajadores en Portugal. Cuatro áreas que se complementan entre sí y que deben abordarse conjuntamente.

A través de la voz de Kamal, un inmigrante indio que inició un negocio de trabajo agrícola temporal en Portugal, los participantes fueron testigos de su experiencia de diez años en Portugal. Las dificultades a las que se enfrentó cuando llegó, desde la vivienda hasta la seguridad laboral, le llevaron a crear una empresa hace cinco años para ayudar a otros inmigrantes a encontrar trabajo e integrarse en la región en la que viven.

Los representantes de las organizaciones de trabajadores no portuguesas participantes explicaron la situación en sus respectivos países. Francia, España, Italia, Chipre y Alemania como países receptores, y Bulgaria, Rumanía y Ucrania como países de los que emigra un número especialmente elevado de trabajadores para trabajar en la agricultura.

En Chipre hay empresas privadas que eluden el control de las autoridades de control y contratan a inmigrantes cobrándoles grandes sumas de dinero por trabajar en Chipre. Todos los trabajadores pagan el 22 % de su salario bruto a la seguridad social, pero cuando regresan a su país pierden esta cotización.

La situación de los trabajadores extranjeros con contrato se centra en los agricultores. Se suelen cumplir las normas, pero no hay contratos escritos. El contrato temporal no está definido. Los contratos de corta duración no están cubiertos por la seguridad social, aunque existen normas especiales para estos casos. 274.000 personas realizan trabajos de temporada y regresan a sus países de origen, sobre todo a Rumanía y Polonia, al cabo de un tiempo. 

Los trabajadores proceden de países extracomunitarios, como Georgia y Ucrania, en su mayoría con contratos preexistentes. Antes se contrataba a los trabajadores directamente a los agricultores y parece que todo iba bien, aunque no es así. Los contratos no funcionan porque son individuales. No tienen seguridad social, ni seguro de empleo, ni tampoco asistencia sanitaria. No se les paga por la totalidad de la hora/trabajo porque los empresarios deducen los gastos de pernoctación.

En Alemania, las dificultades de los trabajadores para encontrar un alojamiento adecuado y apoyo en términos de leyes y contratos siguen siendo una realidad en algunas regiones. Sin embargo, la situación está mejorando, los trabajadores tienen transporte estacional para trabajar, la oferta y la demanda están equilibradas y la gente tiene documentación. La intervención de la Unión dio lugar a nuevos contratos. Sin embargo, la legislación debería publicitarse más y el trabajo debería estar mejor pagado.

En Italia hay muchos trabajadores para otros sectores, pero pocos en la agricultura, a pesar de ser uno de los motores fuertes de la economía. La pandemia perjudicó al sector. Además, la mano de obra agrícola está envejeciendo y hay pocos refuerzos, por lo que la necesidad de jóvenes trabajadores migrantes es alta.

En España, el trabajo legal y el ilegal existen en paralelo, faltan prestaciones sociales, el trabajo está mal pagado y el maltrato a los trabajadores, especialmente a las mujeres, sigue siendo una realidad.

En Bulgaria, el trabajo en la agricultura es mayoritariamente para trabajadores no cualificados, y las leyes laborales no incluyen la agricultura.

Los participantes coincidieron en que la lengua es la clave central en el proceso de integración social y profesional de los inmigrantes. Es necesario que los inmigrantes reciban información en su lengua materna y que hayan aprendido la lengua básica del país de acogida.

Grupos de trabajo sobre la sociedad civil, los sindicatos y la visión de los jóvenes trabajadores.

Sociedad civil

Mecanismos, estrategias y aplicación – Concienciación de los trabajadores y empresarios y de la sociedad en general sobre la necesidad del trabajo digno, especialmente del trabajo rural. Hay que denunciar las situaciones de esclavitud laboral desde la perspectiva de una sociedad más justa.

Sindicatos

Los sindicatos son instituciones fundamentales de representación y participación en las sociedades democráticas.

Su representatividad e influencia han disminuido y el trabajo sindical en el mundo rural, especialmente con los inmigrantes, se está volviendo complejo y difícil. Los sindicatos deben adaptarse a las nuevas situaciones manteniendo sus valores de solidaridad y autonomía y su capacidad de representación, reivindicación y negociación, y seguir actuando como portavoces en defensa de los intereses de los trabajadores en todas las instancias nacionales y europeas en el marco del diálogo social.

Resumen

Europa, con su clima de paz, sus leyes laborales, sus salarios y su nivel de vida, seduce a todos los que, huyendo de las guerras, del clima, del hambre y/o del paro, llaman a nuestra puerta en busca de una vida mejor y de un trabajo decente.

Por otro lado, en Europa hay sectores en los que la mano de obra disponible es escasa. La agricultura es uno de los sectores económicos que permanece activo solo porque hay trabajadores migrantes. El sector agrícola es un pilar de la economía y un pilar de la sostenibilidad de una sociedad. La escasez de mano de obra en este sector se está superando o al menos compensando con trabajadores migrantes.

Sin embargo, se ha demostrado que asociado a este fenómeno de oferta/demanda de mano de obra para la agricultura existe un mercado de trabajo paralelo que promueve la explotación laboral, viola los derechos humanos y laborales y en algunos casos alcanza los contornos de la explotación laboral e incluso la trata de personas.

También cabe destacar:

- la existencia de mecanismos jurídicos e instituciones nacionales que se ocupen de esta cuestión, con instrumentos y mecanismos eficaces;

- la necesidad de reforzar el papel de los sindicatos y las organizaciones de trabajadores

- la importancia de la interconexión;

- la importancia de la información y la comunicación

- la urgencia de armonizar los procedimientos y mecanismos comunitarios, ya que es inaceptable que sigan existiendo situaciones de explotación laboral en el espacio europeo, incluida la explotación laboral entre los ciudadanos europeos.