Amazon: el gran almacén mundial, a un solo un clic de ratón, cómodo, rápido, fácil de usar. Así es como muchos clientes conocen el grupo. Rara vez se dio a conocer su lado negativo: las críticas estallan debido a su brutal penetración en mercados cada vez mayores, el constante crecimiento de su poder de datos, y los efectos negativos de su modelo empresarial. El análisis es: Amazon está cuestionando los logros sociales de las últimas décadas, acabando con los pilares de la democracia y la economía del Mercado social, y aumentando la erosión de los mercados laborales que se estructuran según acuerdos colectivos. Y todo esto sin la destacable participación de la sociedad en la creación de valor en forma de impuestos.
Debido a la magnitud y peso de la otra parte, ¿Por dónde comenzamos a luchar para mejorar las cosas? Los observadores preguntan: ¿Qué se podría hacer por una empresa cuya brillante fachada se encuentra cuidadosamente guardada, que impide la codeterminación en la medida de lo posible, que sabe cómo explotar de forma poderosa la dependencia de sus mal pagados empleados? Estas preguntas conciernen tanto a los sindicatos como a las asociaciones de trabajadores, clubes, pastorales obreras, como a las iniciativas locales. Y no sólo en Alemania, sino en todos los países europeos en los que Amazon está expandiendo su infraestructura logística. Por tanto, es lógico que la resistencia a las condiciones de explotación también traspase las fronteras nacionales. Dicha red permite operar a nivel regional y nacional.
En este sentido, a finales de enero de 2022, el seminario NBH (Nell-Breuning-Haus) sobre "El principio Amazon - Cómo afectan las plataformas, los nuevos métodos de trabajo y los canales de distribución a las condiciones de trabajo en Europa y qué opciones de actuación tienen las organizaciones de trabajadores” en Stuttgart se les permitió a 86 representantes de organizaciones de trabajadores de siete países europeos intercambiar información, experiencias, y valoraciones. El seminario contó con el apoyo de EZA y la Unión Europea.
Además de la explicación básica del grupo, cuyas áreas de negocio van mucho más allá del comercio minorista y especializado, las consultas giraron principalmente en torno a la vida cotidiana oprimida de los empleados de la infraestructura logística de Amazon. Un ejemplo a la vista: la conocida “última milla”, el envío de paquetes a clientes. Según los descubrimientos de los observadores, el grupo no cuenta con sus propios empleados en el 90 por ciento de los casos, no obstante, asigna la tarea a subcontratistas y subsubcontratistas, pero con un pliego de condiciones que inevitablemente conlleva unas condiciones laborales miserables.
Sobre el papel hay un puesto de trabajo fijo con el salario mínimo legal, con horarios laborales y normas de descanso que se basan en los requisitos legales, con derecho a vacaciones, pago continuado del sueldo en caso de enfermedad y muchas otras normas. Pero la diferencia entre el papel y la realidad es brutalmente diferente, según o que los sindicatos y otros acompañantes críticos oyen entre discusiones confidenciales con los empleados. Hablamos de un seguimiento exhaustivo con la ayuda de una app que, entre otras cosas, transmite los datos de posición de los empleados. No registra los horarios de descanso como horarios de trabajo y, por lo demás, regula una obsesión por recogidas cuando se sobrepasan los límites de seguridad laboral. Pero el control continúa. Las especificaciones sobre los paquetes que hay que entregar en un día son tan estrictas que no se pueden conseguir en condiciones normales. Ocasionalmente ayudamos mutuamente para poder volver a casa totalmente agotados por la tarde. Y eso con teniendo que comenzar a trabajar entre las 8 y las 9 de la mañana.
Es evidente que este trabajo cala en los huesos y en el alma de los empleados. Las conversaciones también revelaron la imagen de los subcontratistas que retuvieron sueldos de sus mal pagados repartidores cuando el vehículo o transporte se ha estropeado, cuando se ponen enfermos o cuando quieren días de vacaciones. A veces, el sueldo acordado solo se les ingresa parcialmente. El resto se les paga en metálico, sin recibo, sin testigos por la noche en un área de servicio, por ejemplo. Es evidente que el subcontratista está cometiendo un fraude a la seguridad social. Sin embargo, no se hace público porque el empleado también puede ser procesado por aceptar el dinero. La dependencia material de la gente suele estar explotada en estos casos. En casos muy terribles, no se pagan salarios en absoluto o no se pagan su totalidad, por lo que muchos subcontratistas y subsubcontratistas quiebran y desaparecen.
Si se conocen estas condiciones a la sombra de nuestra prosperidad, la historia de éxito de la corporación global pierde su encanto. Una y otra vez se abre un centro de logística, clasificación o distribución en algún lugar cerca de autopistas y aeropuertos, con promesas de empleo y efectos fiscales en dicha región las estadísticas y análisis, rara vez se materializa todo lo prometido. Por el contrario, además del considerable sellado superficial, se espera un aumento del volumen de tráfico terrestre y aéreo, así como distorsiones perjudiciales de la competencia en el comercio en beneficio del grupo.
Cada nueva apertura fortalece la rentabilidad de la posición de la compañía, y Amazon está muy lejos de cualquier otra compañía de venta por correo cuando se trata de periodos de envío. Lo que se presenta como comodidad para el cliente debilita su elección.
¿Qué hacer más allá de la ayuda directa en forma de asesoramiento, apoyo y representación legal? Si Amazon no utiliza sus oportunidades para mejorar las condiciones de sus empleados en centros y se habrá que tomar contramedidas en la sociedad civil y política. Esto inspira y anima a emprender con valor y perseverancia la lucha de David contra Goliat. Basta dos ejemplos: En el área de Memmingen, una amplia alianza de la sociedad civil ha conseguido echar arena en los planes de asentamiento de Amazon. El grupo aún está intentando instalar su infraestructura logística en el aeropuerto y autopista allí, pero las cosas no están saliendo tan fáciles como ellos habían planeado originalmente y existe una conciencia generalizada entre el público regional acerca de los problemas asociados a sus planes. En Italia llegó a celebrarse una huelga general con efectos similares. La población está sensibilizada con la injusticia que se produce con los trabajadores de Amazon y sus subcontratas. La presión social ha alcanzado a políticos y hay incluso cierta esperanza de que se tomen iniciativas legislativas y reglamentarias.
Conclusión
Amazon y otros competidores globales similares están destruyendo los fundamentos de la democracia y la economía social de mercado, aumentando la erosión de los puestos de trabajo acordados colectivamente y desbancando los puestos de trabajo acordados colectivamente. Cada nuevo centro en Europa agrava la situación y, por lo tanto, hay que tomar medidas inmediatas.
Los participantes sirven ahora de multiplicadores para transmitir las experiencias de los comités de empresas, las alianzas regionales y los sindicatos presentados en el seminario. Se fundarán más alianzas regionales bajo la dirección de los sindicatos y organizaciones de trabajadores cristianas y las organizaciones paraguas (por ejemplo, atrav KAB Alemania, KAB Austria) van a permitir la acción conjunta de las alianzas regionales. Los organizadores del seminario (por ejemplo, a través de otros eventos) van a iniciar una red de diferentes acciones – y acciones de presión más efectivas.