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La mejor implementación de las normas fundamentales del trabajo como vía para garantizar el trabajo digno en los Balcanes Occidentales

Del 25 al 27 de marzo de 2021 se celebró en Sofía, Bulgaria, un seminario sobre «La mejor implementación de las normas fundamentales del trabajo como vía para garantizar el trabajo digno en los Balcanes Occidentales». El seminario formó parte del proyecto especial de EZA para las organizaciones de trabajadores de los Balcanes Occidentales (BO) y fue organizado por Podkrepa en cooperación con EZA y con el apoyo de la Unión Europea.

37 representantes de organizaciones de trabajadores participaron en el seminario de Sofía, y 19 personas participaron en línea. Los participantes procedían de Bulgaria, Alemania, Francia, Rumanía, Hungría, Serbia, Macedonia del Norte y Albania.

Objetivos del seminario

  1. Reforzar la capacidad de las organizaciones sindicales de los Balcanes Occidentales en lo que respecta a su participación más efectiva en los procesos de adhesión a la UE y estar en condiciones de disfrutar de una presencia más fuerte y una mayor influencia en el proceso nacional de toma de decisiones.
  2. Identificar los principales retos a los que se enfrentan los agentes sociales en los países de los Balcanes Occidentales y que limitan la implementación efectiva de las normas fundamentales del trabajo de la OIT.
  3. Intercambiar información sobre la importancia de una mejor aplicación de las normas laborales para mejorar la situación de los trabajadores en la región.
  4. Resumir las recomendaciones y herramientas que deben utilizar los agentes sociales para reforzar la protección de los derechos de los trabajadores y mejorar la aplicación de la legislación laboral, incluida la internacional.
  5. Aumentar la concienciación pública sobre el papel de la participación e implicación de los trabajadores en la creación de mejores condiciones de trabajo y lugares de trabajo de calidad para todos, con especial atención a la pandemia y a la recuperación posterior a la pandemia.

Descripción del seminario

El programa de trabajo se planificó como una mezcla entre discursos académicos, ponencias magistrales e intervenciones nacionales, combinadas con mesas redondas, de la siguiente forma:

- Sesión de apertura con mensajes clave sobre la integración de la UE y la respuesta política a la emergencia de COVID-19;

- Ponencia académica sobre la necesidad de un enfoque renovado a largo plazo y un pensamiento innovador, para hacer frente a la era posterior a la pandemia y fortalecer la agenda social de la UE que falta;

- Cuatro presentaciones de expertos: El desarrollo reciente del diálogo social en los países balcánicos; el concepto de trabajo decente de la OIT; sobre los principales resultados del proyecto especial de EZA para las organizaciones de trabajadores en los Balcanes Occidentales y sobre la orientación de las políticas de las acciones sindicales después de la pandemia.

- Dos módulos con presentaciones nacionales de los sindicatos participantes sobre el papel del diálogo social y la negociación colectiva para la aplicación real de las normas fundamentales del trabajo de la OIT

- Discurso académico «Los Balcanes Occidentales en la UE: ¿dónde si no?»

- Mesa redonda «Características principales de una campaña de sensibilización con éxito»

- Sesión de brainstorming «Trabajar en la era pos-COVID: habilidades y competencias para el futuro»;

- Intervenciones individuales, resumen y conclusiones

Ideas principales

- La región de los Balcanes Occidentales ha perdido mucho tiempo y entusiasmo en el proceso de adhesión a la UE. Las grandes expectativas de estos países en cuanto a la adhesión en un futuro próximo no se han cumplido y la situación política actual demuestra que no se podrán integrar pronto en la UE. Por supuesto, el acercamiento gradual de los países de los Balcanes Occidentales a la UE se debe basar en el diálogo y la cooperación, pero la persistente falta de una auténtica cultura de diálogo, de instituciones democráticas, de voluntad política y de reformas estructurales sigue bloqueando su proceso de integración. 

- El diálogo social existe, pero en la práctica sigue siendo poco desarrollado e ineficaz. El diálogo social es una prioridad para los políticos solo antes de las campañas electorales. Las consultas a nivel nacional son formales, incluso inexistentes. Los sindicatos de la región siguen perdiendo afiliados, hecho que erosiona su influencia y poder en las negociaciones. El nivel sectorial del diálogo social es el más problemático y eso se debe principalmente a la fragmentación de las organizaciones sindicales. Otro problema muy grave es la imposibilidad de atraer a miembros jóvenes. Por ejemplo, la pandemia de COVID-19 ha obligado a muchos empleadores a adoptar acuerdos de trabajo a distancia. Sin embargo, las medidas políticas para desarrollar y aplicar acuerdos efectivos de teletrabajo no han figurado en la agenda de los interlocutores sociales. En este sentido, los sindicatos no están en condiciones de aportar soluciones adecuadas, especialmente para los trabajadores jóvenes.

- En los últimos años, los países de los Balcanes Occidentales han experimentado varias tendencias económicas positivas, pero la pandemia de COVID-19 las ha invertido. Al igual que todos los trabajadores, los de los Balcanes Occidentales estuvieron en primera línea de la respuesta a la COVID-19. La carga de trabajo a la que se enfrentaban era inmensa, al mismo tiempo que las normativas legales relacionadas con el teletrabajo, con los permisos remunerados adicionales, con el tiempo de trabajo extraordinario, con el distanciamiento social y con las medidas de higiene no solían aplicarse adecuadamente. Además, los trabajadores de los sectores de bajos salarios se han visto afectados de forma desproporcionada por la caída económica y social de la pandemia, ya que los que trabajaban desde casa sufrían la falta de regulación legal de su relación laboral, estuvieron expuestos al agotamiento y su equilibrio entre trabajo y vida personal es muy problemático. En esa compleja situación, los sindicatos no lograron proporcionar el apoyo necesario a los trabajadores, básicamente debido a la situación de emergencia y a las restricciones sanitarias, que limitaban los contactos directos con los miembros. Ahora es el momento adecuado para que los sindicatos de la región empiecen a discutir el contenido de los planes de recuperación, para garantizar mejoras para los trabajadores y negociar condiciones de salud y seguridad laboral. En este caso, el diálogo formal no será suficiente: la consulta real y la implicación de los agentes sociales son imprescindibles. La única manera de salir de esta situación es superar rápidamente los dos desafíos ya mencionados /con la afiliación y la fragmentación/ y mostrar solidaridad, experiencia y compromiso real con la situación de los trabajadores ya que la solidaridad y el apoyo son el único antídoto contra los ataques de la patronal para aprovecharse de la pandemia y limitar los derechos de los trabajadores.

- La ciudadanía democrática requiere participación: los sindicatos de los Balcanes Occidentales deben iniciar un diálogo abierto y, a través de la anticipación, la experiencia y la posición política, participar efectivamente en la aplicación de las medidas para dar forma a las megatendencias sociales: como la transformación digital, la ecologización y el envejecimiento de la población. Esto no se puede lograr sin un cambio radical en los métodos de comunicación y acción de los sindicatos: utilizar canales alternativos, organizar eventos híbridos, buscar nuevos socios para llevar a los trabajadores resultados reales y apoyo efectivo. Están son las tres palabras clave que deben estar implícitas en esa nueva filosofía para la colaboración social: Diplomacia, diálogo y competencias.

Conclusiones y recomendaciones

- La UE no tiene una visión estratégica para la región de los Balcanes Occidentales: la integración no se puede considerar una cuestión técnica. La perspectiva de la UE de los países de los Balcanes Occidentales es un compromiso desafiante para la élite política, pero para los ciudadanos de a pie es sobre todo una gran expectativa. Aquí se hace evidente la separación existente en las percepciones básicas: para la UE y la élite de los Balcanes Occidentales, la integración es una cuestión geopolítica, mientras que para los ciudadanos es una cuestión de mayores oportunidades y más seguridad. Sin duda, esta doble percepción está erosionando el apoyo público al proceso e incluso al futuro de la UE.

 - Los problemas a los que se enfrentan los sindicatos de los Balcanes Occidentales persisten desde hace mucho tiempo, y aún queda mucho por hacer para resolver la fragmentación, la falta de representatividad y la capacidad de mantener un nivel adecuado de diálogo social. Así, los sindicatos de la región tienen todavía poco que ofrecer a sus miembros: faltan el nivel sectorial de negociación y la sindicalización de los jóvenes a un nivel muy bajo. En este sentido, es crucial mantener el intercambio y el apoyo entre las organizaciones de trabajadores de la región.

- La pandemia seguirá ocupando durante mucho tiempo el primer lugar en la agenda de los sindicatos. La crisis de la COVID-19 será más profunda que la crisis financiera mundial de 2008, ya que amenaza con dejar un pesado legado a las generaciones futuras. Además, hay que añadir el agravante de retos tan acuciantes como el cambio climático y el desequilibrio demográfico. En estos tiempos difíciles, los sindicatos deberían tener la valentía de levantarse y defender a los trabajadores; como uno de los principales actores sociales, se deberían comprometer a aplicar políticas sólidas y eficaces para obtener resultados prácticos y una mejora real del nivel de vida. La recuperación tras la pandemia debe funcionar para los ciudadanos de a pie, no para los políticos. Europa no puede permitir que una región siga siendo pobre: en los Balcanes Occidentales hay que centrarse obligatoriamente en las personas —los más vulnerables, los trabajadores con salarios bajos— lo que significa apoyo salarial, seguros, protección social y evitar la pérdida de puestos de trabajo. Esto debe ir acompañado de una reflexión más amplia sobre cómo construir una sociedad más democrática con un modelo social y económico más inclusivo en los países de la región. A este respecto, se deben abordar urgentemente las lagunas que siguen existiendo, en las que con demasiada frecuencia los interlocutores sociales no participan, o se les consulta muy poco y solo formalmente; mientras que el diálogo social, la negociación colectiva y la democracia en el lugar de trabajo se descuidan porque la importancia del diálogo social no se debe limitar únicamente a los momentos de crisis. El diálogo social efectivo es necesario también para una recuperación justa y sostenible.

- Para prepararse para nuestra nueva realidad pos-COVID-19, los sindicatos deben ser más abiertos y transparentes. Esta determinación, fuerza y conversación abierta requerirá repensar la forma en que los sindicatos interactúan entre sí y con la sociedad en general, así como establecer un nuevo patrón, que espera que todos los miembros del sindicato participen en todos los niveles de compromiso social.

- Conseguir más jóvenes es un elemento clave de la revitalización sindical: el reclutamiento en una etapa temprana, en las escuelas de formación profesional y en las universidades, durante la transición de la escuela al trabajo, requiere que los sindicatos introduzcan programas especiales de afiliación o implementen nuevas formas de compromiso basadas en Internet, incluyendo proyectos específicos, derechos de voto en las elecciones y asesoramiento sobre carreras.  Todo esto requiere una nueva forma de pensar y experimentar diferentes «formas híbridas» de intervención, así como la revitalización implica la cooperación y las alianzas con otras organizaciones sociales y fuerzas sociales, instituciones de apoyo y gobiernos.