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El mundo laboral a la luz de los retos relacionados con el cambio climático: una cuestión para el diálogo social en una época de cambios medioambientales

El Grupo Europeo de Pastoral Obrera se reunió en Luxemburgo los días 4 y 5 de febrero de 2021 para celebrar su conferencia anual. La participación en la conferencia fue mixta: presencial y por teleconferencia. Inicialmente esta conferencia estaba prevista para septiembre (24-26 de 2020), pero tuvo que ser aplazada debido a las restricciones por la pandemia. El tema de la conferencia fue «El mundo laboral a la luz de los retos relacionados con el cambio climático: una cuestión para el diálogo social en una época de cambios medioambientales».

El seminario fue organizado con el apoyo de EZA y la Unión Europea. En el seminario participaron 72 representantes de organizaciones de trabajadores de Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Francia, España, Portugal, Inglaterra, Macedonia del Norte, República Checa y Suiza.

El aspecto más importante del seminario

El problema del cambio climático y la pérdida de biodiversidad se considera el mayor reto de nuestro tiempo. La humanidad entera se enfrenta a un desafío colosal para limitar el calentamiento global a dos grados, sin lo cual existe un riesgo real de que un calentamiento desbocado ponga en peligro la supervivencia de la humanidad, o al menos la supervivencia de nuestro mundo social tal y como lo hemos conocido hasta ahora.

Pero no se trata solo de la gestión del clima, de los gases de efecto invernadero, de la adaptación tecnológica, de la adecuación de nuestras herramientas de producción y de la gestión de los recursos, sino sobre todo de una cuestión social. La cuestión del clima debe llevarnos a reflexionar sobre nuestra forma de construir la sociedad, a plantearnos la cuestión de la justicia social tanto a nivel nacional como en nuestras relaciones internacionales. Los cambios que los actores de la sociedad provocarán en respuesta a estos retos repercutirán en la producción de bienes y servicios. Los modos de producción también cambiarán. Por lo tanto, el diálogo social se encuentra en el centro de esta dinámica de cambio que debemos llevar a cabo para situar realmente a nuestras sociedades en una dinámica de desarrollo sostenible y de progreso social.

La conferencia puso de manifiesto este vínculo entre el desafío del cambio climático y la cuestión social.

A partir del análisis de la situación mundial y de sus realidades nacionales, los participantes en la conferencia reflexionaron sobre cómo transformar juntos el mundo y, por tanto, también el mundo del trabajo para responder a este desafío de nuevas proporciones.

Por qué fue importante el seminario en ese momento

Existe un consenso científico muy amplio sobre la urgencia absoluta del asunto. Este tema también está en la agenda política de casi todas las naciones. Nada más ser elegida al frente de la Comisión Europea en 2019, la presidenta Ursula von der Leyen, hizo de la ecología uno de los principales proyectos de su mandato. Con una financiación de 1 billón de euros en 10 años, el Pacto Verde debería convertir a la Unión Europea en un actor importante en la escena internacional. La dimensión global de los retos hace que la Unión Europea sea el lugar adecuado para iniciar esta transición. Al mismo tiempo, vemos que los ciudadanos de nuestros países son cada vez más sensibles a esta cuestión. Por primera vez, tenemos la impresión de que los efectos del cambio climático ya no son solo una especulación teórica, sino que estos efectos se dejan sentir a través de fenómenos meteorológicos concretos que afectan directamente a nuestra vida cotidiana. No podemos esperar más, debemos reducir drásticamente nuestras emisiones y necesidades de recursos y ser más resistentes a los efectos que ya se están dejando sentir. Esto implica un proceso profundo en el funcionamiento de nuestra sociedad. 

Temas tratados

El climatólogo belga Jean-Pascal van Yperselen (UCLouvain) presentó la situación mundial en cuanto al cambio climático y propuso una serie de vías para evitar una catástrofe global. Frédérique Landas, sindicalista de CGT, hizo un balance de las reflexiones llevadas a cabo por los sindicatos y el mundo del trabajo. El profesor Olivier DE Schutter vinculó la cuestión ecológica con cuestiones de justicia social, tanto a nivel europeo como internacional. Estas reflexiones sobre los modelos económicos relacionaron nuestros modelos de crecimiento con la cuestión de la extrema pobreza. La cuestión climática y la cuestión social son las dos caras de la moneda que deben llevarnos a reformar esta globalización fundamentalmente injusta y destructiva de nuestra biosfera.

El segundo día comenzó con una recontextualización de la doctrina social de la Iglesia en el análisis de las cuestiones de solidaridad y medio ambiente por parte de Jean-Claude Brau. A partir de las encíclicas Laudato-Si y Fratelli Tutti, pudimos plantear los términos que nos permiten vislumbrar otra forma de pensar las cuestiones de la solidaridad, el individualismo, el bien común y el diálogo social y trazar perspectivas para nuestro compromiso.

La tarde se reservó para los talleres. Basándose en sus respectivas situaciones nacionales, los grupos de trabajo debatieron posibles soluciones para reformar nuestro funcionamiento económico y social, así como la cuestión de una transición justa.

Resultados del seminario

Existe un amplio consenso en que no podemos seguir como hasta ahora con una economía y un consumo que corren el riesgo de destruir por completo la biosfera y el clima tal y como los hemos conocido. Se planteó la cuestión de una transición justa. ¿Hacia qué tipo de sociedad debemos avanzar? ¿Hacia qué forma de vida? Cómo hacer que la ecología no solo esté al alcance de los más ricos, sino de toda la humanidad. La descarbonización y el Nuevo Pacto Verde (New Green Deal) tendrán un enorme impacto en el mundo del trabajo y se necesitan mecanismos de solidaridad para apoyar a los empleados en esta transición. A corto plazo, hay que frenar el fenómeno del empobrecimiento y la injusticia para que todos los seres humanos tengan acceso a los recursos necesarios para vivir una vida digna. Nuestras economías y formas de vida deben cambiar profundamente, algunos sectores deben disminuir, otros crecer, pero la presión que ejercemos sobre los recursos limitados del planeta debe ser compatible con el bienestar de las generaciones futuras.

Resultado de los debates

Sobre la base de los debates en los grupos de trabajo, la asamblea postuló:

    1. Poner la prioridad en las personas y no en la economía, la economía no tiene sentido en sí misma y debe permitir a todos vivir con dignidad. Hoy en día, esto significa también tener en cuenta las cuestiones medioambientales. Por lo tanto, no podemos seguir con la globalización ni con la financiarización de las actividades tal como la hemos conocido y que no ha resuelto la cuestión de la gran pobreza de una parte de la humanidad.
    2. Las organizaciones del trabajo deben acompañar la transición hacia una economía verde para que esta transición no genere aún más desigualdades. Tenemos que influir en la política sobre estas cuestiones de justicia social.
    3. Las cuestiones de justicia internacional deben ser abordadas por todos los organismos para no perjudicar más a quienes no son responsables de las emisiones (especialmente los países pobres) y que suelen sufrir más las consecuencias del cambio climático.
    4. Tenemos que mejorar toda una categoría de trabajos que a menudo están mal remunerados, pero que son esenciales, como hemos visto con la pandemia de la COVID-19. Hay que reflexionar sobre por qué tantos trabajos que no tienen mucho sentido (por ejemplo, en las finanzas) están tan bien pagados sin aportar nada al bien común (trabajos basura).
    5. La centralidad del concepto de coherencia. Todos debemos avanzar hacia una mayor coherencia entre nuestros pensamientos y prácticas. El ejemplo típico es el consumo, en el que sabemos que tenemos que avanzar hacia una nueva sobriedad. Pero esto también se debe traducir a nivel de la sociedad, porque incluso si quiero cambiar mis necesidades de movilidad dependo de una oferta organizada por la comunidad. No podemos cambiar el mundo solos, necesitamos una dinámica social y debemos crear lugares de intercambio y formación permanente. Tenemos que concienciar al mayor número posible de personas sobre los nuevos temas. Sobre todo porque las cosas son a menudo complejas y ambiguas: por ejemplo, el teletrabajo reduce la necesidad de movilidad, pero plantea la cuestión de la dimensión social del trabajo y los costes que tienen que soportar los trabajadores que se quedan en casa.
    6. La exigencia de pensar en los demás (dimensión solidaria) y especialmente en los excluidos que a menudo trabajan en la parte inferior de la escala social y que permiten a nuestra sociedad vivir e incluso vivir la transición (por ejemplo: los trabajadores agrícolas del tercer mundo que producen nuestras verduras orgánicas, o los agrocombustibles). Esta proximidad plantea la cuestión del reparto equitativo de los recursos. Debemos utilizar este tiempo de crisis y agitación como un tiempo de aprendizaje. Ante esta inmensa tarea de transición hacia otra sociedad y economía, estamos obligados a unir fuerzas con el mayor número posible de actores. Hay que poner en marcha nuevas redes.
    7. Hay que reconsiderar el vínculo entre la escala salarial y el reconocimiento de la sociedad (trabajo esencial). Esta relación ya no funciona hoy en día y plantea la cuestión del propio significado que damos al concepto de lo que es esencial en una sociedad para vivir juntos.

Decisiones

    • Luchar conjuntamente por una nueva economía más respetuosa con el medio ambiente y una lucha radical contra la injusticia social, tanto a nivel de nuestros países como a nivel internacional.
    • Concienciar a todas nuestras organizaciones y miembros de que la crisis ecológica requiere un enfoque coherente, tanto a nivel individual como político. Todas las cuestiones son interdependientes y somos conscientes de que debemos reconstruir otra economía que sitúe a las personas en el centro de su planteamiento.