Entre el 8 y el 10 de noviembre de 2019 se celebró un seminario europeo sobre el tema «Inmigrantes y refugiados en Europa: retos y desafíos». El seminario fue organizado por MCL / EFAL (Movimento Cristiano Lavoratori / Ente Nazionale per la Formazione e l'Addestramento dei Lavoratori) en colaboración con la Plataforma Internacional de Cooperación y Migración (PICM) y con el apoyo la UE y de EZA. Entre los ponentes principales se encontraban Mgr. Paolo Giuletti, obispo de Lucca, Carlo Costalli, Presidente de MCL, Sergio Silvani, Presidente de EFAL, Piergiorgio Sciacqua, Co-Presidente de EZA y Paolo Cesana, Director de Fondazione Luigi Clerici (FLC).
34 representantes de organizaciones de trabajadores de Portugal, España, Grecia, Polonia e Italia participaron en el seminario, en el que se debatió la inmigración a Europa e Italia, una inmigración que en los últimos años se ha asociado cada vez más con imágenes de desembarcos de barcos, muertes en el mar, muros construidos y puertos cerrados. Por último, pero no por ello menos importante, los medios de comunicación y los periódicos han difundido un sentimiento de miedo que cada vez tiene menos que ver con la realidad y los números reales. En Italia, por ejemplo, se observa que la inmigración ha disminuido recientemente y que Italia solo ocupa el cuarto lugar en Europa en cuanto a recepción de migrantes y refugiados. En el seminario también se recordaron las palabras del Papa Francisco, quien instó a que no se perdiera tiempo en controversias, sino que se elaboraran soluciones urgentes para la integración duradera de los migrantes y refugiados.
Un tema importante del seminario fue la inmigración de personas por motivos profesionales, en particular el personal de enfermería, los trabajadores domésticos y los empleados en el sector de la restauración. Según la información del Istituto Nazionale di Statistica (ISTAT), Italia contaba en 2018 con un total de 2.455.000 trabajadores extranjeros, lo que representa el 10,6% del total de la mano de obra. El porcentaje de trabajadores extranjeros aumentó significativamente entre 2009 y 2014 (del 7,9% al 10,3%) y se ha estabilizado en los últimos cinco años. Se estima que los activos producidos en Italia por los trabajadores extranjeros ascienden a unos 139.000 millones de euros, es decir, el 9% del producto interior bruto (PIB), cuya mayor parte corresponde al sector de los servicios (45,1%), seguido del sector de la hostelería y la restauración (18,6%), la agricultura (17,8%) y la construcción. Con estos datos como telón de fondo, los participantes en Lucca subrayaron la importancia de los trabajadores extranjeros para la economía nacional, tanto para Italia como para otros países de la UE.
Conclusiones finales
Se debe concienciar más a la población de la importancia de los trabajadores extranjeros para la economía local. Las mujeres que cuidan a los mayores y los hombres que trabajan en los sectores de la agricultura y el turismo contribuyen al desarrollo de nuestras sociedades no solo económicamente sino también socialmente. La inmigración también puede contribuir a compensar, al menos en parte, las bajísimas tasas de natalidad de nuestros países europeos y sus consecuencias para el mercado laboral y la sociedad.
Durante el seminario de Lucca, se nos mostró la importancia del éxito de la integración para los inmigrantes y refugiados, pero también para la población local mediante algunos ejemplos de buenas prácticas como el de Maria Reina Martin de Portugal y también el de la Toscana donde se crearon centros de acogida para mujeres inmigrantes y menores de edad a pocos kilómetros de Lucca.
Las conclusiones finales confirmaron la idea de presentar buenas prácticas en otros seminarios a fin de continuar el debate sobre la integración de los trabajadores extranjeros y los refugiados y la contribución que el diálogo social puede hacer al respecto.