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Las organizaciones de trabajadores – los defensores de la justicia social

Los días 4 y 5 de octubre de 2019 se celebrón en Portoroz, Eslovenia, un seminario sobre “Las organizaciones de trabajadores – los defensores de la justicia social”, organizado por ZD NSi (Združenje delavcev Nove Slovenije) en cooperación con la Academia Social, el Janez Evangelist Krek Institute y con el apoyo de EZA y de la Unión Europea.

El objetivo del seminario consistió en comprender el papel de las organizaciones de trabajadores para garantizar la justicia social. En diferentes países europeos, los trabajadores se enfrentan a muchas situaciones que consideran incomprensibles e injustas. Está creciendo el número de trabajadores que expresan silenciosamente su insatisfacción con las instituciones que deberían actuar y por eso disminuye la confianza en esas instituciones.

En el seminario, al que asistieron más de 50 participantes de siete países diferentes, intercambiamos en primer lugar puntos de vista teóricos sobre la justicia social. En el segundo, tercer y cuarto módulo del programa examinamos con más detalle los puntos de vista de las organizaciones de trabajadores sobre la justicia social. En el quinto y sexto módulo, abordamos varios desafíos concretos que, en opinión de los trabajadores, requieren una atención especial.

Justicia social

La justicia social es el fundamento más importante de la democracia. Solo el principio de justicia es lo único que permite a las autoridades ejercer una acción política sobre la población. Cualquier medida de poder que no sea socialmente justa podría caracterizarse como una forma de violencia ejercida por las autoridades contra sus ciudadanos.

La justicia se basa en el valor de la dignidad humana, de la que (además de la justicia) surgen otros dos principios: la solidaridad y la subsidiariedad. Además, todos estos valores constituyen el núcleo del Tratado de Lisboa sobre el que se funda la Unión Europea.

Los ponentes del seminario enumeraron varios ámbitos que afectan directamente a los trabajadores y en los que está en juego la justicia social en los distintos países de la UE. Entre otras cosas, mencionaron el sistema de pensiones, las políticas de migración, las diferencias entre países en el ámbito de las políticas sociales, los fenómenos de la corrupción, el acoso laboral, el cuidado del medio ambiente, la atención sanitaria y la accesibilidad de las infraestructuras.

En general, los participantes del seminario reconocieron las siguientes dimensiones de la justicia social:

- Justicia entre individuos (p. ej., comparación de salarios y condiciones de trabajo entre dos individuos).

- Justicia entre industrias (p. ej., comparación de convenios colectivos)

-Justicia entre países (p. ej., comparación de las políticas sociales de los países).

-Justicia global (p. ej., en la preocupación global por el medio ambiente o en la gestión de la migración global).

Las políticas sociales en Europa como herramienta para la justicia social

A lo largo de su historia, la UE ha prestado mucha más atención a las políticas económicas que a las políticas sociales. De hecho, toda la integración de la UE comenzó a nivel económico. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, a la vista del principio de la libre circulación de trabajadores, también es esencial que haya una mayor confluencia entre los países en el ámbito de las políticas sociales.

El Pilar europeo de derechos sociales aborda los numerosos e importantes desafíos de la justicia social, pero su aplicación en cada país es lenta. En su aplicación, la UE no dispone de herramientas suficientes para acelerar la ejecución de este documento. Sin embargo, este documento es «solo» un compromiso de los líderes, que en caso de incumplimiento no tiene consecuencias directas.

Según algunos estudios, la UE, a pesar de representar sólo el 7 % de la población mundial, realiza aproximadamente el 50 % de las transferencias sociales en todo el mundo. Por un lado, una Europa social es nuestra principal ventaja competitiva, quizás incluso una defensa contra poblaciones aún mayores, pero, por otro, demasiadas transferencias sociales, si no están ya bien planificadas, también pueden ser una carga para una economía que se está volviendo menos competitiva.

En el seminario se afirmó claramente que las políticas sociales y económicas deben estar interconectadas: «Una buena política social es también una buena política económica a largo plazo.» Y al revés: una buena política económica se basa en el principio de «convergencia ascendente», según el cual el progreso de los más competitivos es también el resultado del progreso de los menos competitivos, incluida una buena política social.

Relaciones particularmente urgentes en términos de trabajo y justicia social

El seminario destacó algunas de las relaciones entre los grupos sociales y los fenómenos en los que el tratamiento de la justicia social en opinión de los asistentes requirió una atención especial. Estos son los siguientes:

- La relación entre los trabajadores jóvenes y los de más edad, que se centra en un sistema de pensiones justo y en medidas a nivel de país y de empresa para integrar mejor a cada generación y satisfacer las expectativas de trabajo de cada una de ellas en relación con el trabajo en la empresa.

- La relación entre los países del norte y del sur del continente europeo, donde la migración de sur al norte destruye aún más la ya negativa imagen demográfica de los países de origen.

- La relación entre los empleados ricos y los pobres, que han estado particularmente expuestos a los riesgos que podrían llevar a un individuo a caer en la categoría de empleados pobres (hogares unipersonales, enfermedad, vivienda alquilada, baja educación, crédito deficiente, falta de aprendizaje a lo largo de toda la vida).

- La relación entre el capital y las relaciones interpersonales, que pone de manifiesto, a modo de ejemplo, las prácticas empresariales de las empresas que forman el Movimiento de Economía Comunitaria y sitúan a una persona al frente de sus operaciones, es también la base de sus modelos de negocio.

Soziale Gerechtigkeit

Soziale Gerechtigkeit ist die wichtigste Grundlage für Demokratie. Der Grundsatz der Gerechtigkeit allein ist das Instrument, das es den Behörden erlaubt, politisches Handeln gegenüber der Bevölkerung anzuwenden. Jegliche Maßnahme der Machtausübung, die nicht sozial gerecht ist, könnte folglich als Form von Gewalt charakterisiert werden, die von den Behörden gegenüber ihren Bürgern ausgeübt wird.

Gerechtigkeit basiert auf dem Wert der Menschenwürde, aus dem sich (zusätzlich zur Gerechtigkeit) zwei weitere Grundsätze ergeben: Solidarität und Subsidiarität. Zudem bilden alle diese Werte das Herzstück des Vertrages von Lissabon, auf dem die Europäische Union beruht.

Die Referenten des Seminars führten verschiedene Bereiche auf, die für die Arbeitnehmer von unmittelbarem Interesse sind und in denen die soziale Gerechtigkeit in einzelnen EU-Ländern auf dem Spiel steht. Sie nannten dabei unter anderem das Rentensystem, die Migrationspolitik, Unterschiede zwischen den einzelnen Ländern im Bereich der Sozialpolitik, das Phänomen der Korruption, Mobbing, Umweltpflege, die Gesundheitsversorgung und die Zugänglichkeit der Infrastruktur.

Allgemein wurden von den Seminarteilnehmern die folgenden Dimensionen von sozialer Gerechtigkeit anerkannt:

- Gerechtigkeit zwischen Einzelpersonen (z.B. Vergleich von Löhnen und Arbeits-bedingungen zwischen zwei Personen)

- Gerechtigkeit zwischen Industriezweigen (z.B. Vergleich von Tarifverträgen)

- Gerechtigkeit zwischen Ländern (z.B. Vergleich der Sozialpolitik einzelner Länder)

- Globale Gerechtigkeit (z.B. im globalen Umweltschutz oder bei der Regelung der globalen Migration)

Sozialpolitik in Europa als Instrument für soziale Gerechtigkeit

Im Laufe ihrer Geschichte hat die EU der Wirtschaftspolitik viel mehr Aufmerksamkeit geschenkt als der Sozialpolitik. Tatsächlich begann die gesamte EU-Integration auf wirtschaftlicher Ebene. Wir sollten jedoch nicht vergessen, dass es angesichts des Grundsatzes der Freizügigkeit der Arbeitnehmer auch wesentlich ist, im Bereich der Sozialpolitik eine größere Annäherung zwischen den Ländern zu erreichen.

Die Europäische Säule sozialer Rechte packt viele und vor allem wichtige Probleme der sozialen Gerechtigkeit an, die Umsetzung in den einzelnen Ländern gestaltet sich jedoch nur schleppend. Die EU verfügt dafür nicht über ausreichende Mittel, um die Umsetzung dieses Dokumentes zu beschleunigen. Trotzdem ist dieses Dokument „nur“ eine Verpflichtung der jeweiligen Regierungen, das bei Nichteinhaltung keine direkten Konsequenzen hat.

Laut einigen Studien führt die EU fast 50% des weltweiten Sozialtransfers durch, obwohl sie nur 7% der Weltbevölkerung ausmacht. Einerseits ist ein soziales Europa unser größter Wettbewerbsvorteil, möglicherweise sogar eine Abwehr gegen noch größere Bevölkerungen. Auf der anderen Seite kann es für eine Volkswirtschaft jedoch auch eine Belastung darstellen, die so weniger wettbewerbsfähig wird.

Auf dem Seminar wurde klargestellt, dass die Sozial- und Wirtschaftspolitik miteinander verknüpft sein sollte: „Eine gute Sozialpolitik führt auf lange Sicht auch zu einer guten Wirtschaftspolitik.“ Umgekehrt gilt das Gleiche: eine gute Wirtschaftspolitik beruht auf dem Prinzip der „Aufwärtskonvergenz“, nach dem der Fortschritt wettbewerbsfähigerer Länder auch das Ergebnis des Fortschritts der weniger wettbewerbsfähigen Länder ist. Dazu gehört auch eine gute Sozialpolitik.

Besonders dringliche Zusammenhänge im Hinblick auf Arbeit und soziale Gerechtigkeit

Das Seminar beleuchtete einige der Zusammenhänge zwischen sozialen Gruppen und einige Phänomene, bei denen der Umgang mit sozialer Gerechtigkeit nach Ansicht der Anwesenden besondere Aufmerksamkeit erforderte. Dazu gehören:

- Zusammenhang zwischen jungen und älteren Arbeitnehmern, bei dem ein faires Rentensystem sowie Maßnahmen auf Länder- und Unternehmensebene im Vordergrund stehen, um die einzelnen Generationen besser zu integrieren und die Erwartungen jeder Generation an die Arbeit auf Unternehmensebene zu erfüllen.

- Zusammenhang zwischen den Ländern im Norden und Süden des europäischen Kontinents, bei dem die Migration von Süden nach Norden das ohnehin schon negative demographische Bild der Herkunftsländer weiter zerstört.

- Zusammenhang zwischen reichen und armen Arbeitnehmern, die besonders stark Risiken ausgesetzt waren, die möglicherweise dazu führen, dass eine einzelne Person in die Kategorie eines armen Arbeitnehmers abrutscht (Ein-Mann-Haushalte, Krankheit, Erbschaften, Mietwohnraum, niedriger Bildungsstand, schlechte Kredite, fehlende Möglichkeit zu lebenslangem Lernen).

- Zusammenhang zwischen Kapital und zwischenmenschlichen Beziehungen am Beispiel von Geschäftsmethoden von Unternehmen, welche die Wirtschaftsbewegung der Gemeinschaft bilden und eine Person an die Spitze ihrer Tätigkeit stellen – was darüber hinaus die Grundlage ihrer Geschäftsmodelle darstellt.