Entre el 4 y el 6 de febrero de 2020 se celebró en Bucarest un seminario sobre el tema “La integración europea de los Balcanes Occidentales. El papel de las organizaciones de trabajadores en el fomento del diálogo social”, organizado por MCL / EFAL (Movimento Cristiano Lavoratori / Ente Nazionale per la Formazione e l'Addestramento dei Lavoratori), con el apoyo de EZA y de la Unión Europea. En el seminario participaron 37 representantes de organizaciones de trabajadores procedentes de Italia, Croacia, Bulgaria, Rumanía, Moldavia (invitados) y Bosnia y Herzegovina (invitados).
Piergiorgio Sciacqua, Copresidente de EZA, inauguró el seminario y planteó la importancia y el papel del diálogo social europeo en este ámbito, aclaró los motivos de la convocatoria del seminario y presentó a los diversos ponentes que participarían en los días siguientes.
El diálogo social y la participación de los interlocutores sociales, en especial de las organizaciones empresariales y de trabajadores que tienen una gran influencia sobre el mundo laboral, constituyen el pilar principal del funcionamiento de la OIT. Esta idea representa las principales premisas de partida de las diversas presentaciones, en las que también se abordaron diversos aspectos. Una aportación muy importante fue la que realizó el Obispo de Bucarest. Subrayó la importancia de este país dentro de la UE y apuntó la necesidad de una sinergia para superar determinadas barreras como la emigración.
Los ponentes provenían no por casualidad de los principales ámbitos de los Balcanes Occidentales. Franjo Topic, representante de la organización croata Napredak, presentó el primer testimonio sobre sus esfuerzos para la integración completa de Croacia, por la que luchó durante la sangrienta guerra y por la que sigue luchando en la actualidad.
Bogdan Hossu, Presidente de Cartel Alfa/Rumanía, destacó especialmente la importancia del Pilar Europeo de los Derechos Sociales de la Unión Europea que considera como el único camino para la evolución de la cohesión social.
Argumentó que hay de tres a cuatro millones de rumanos en el extranjero, mientras que en el propio país falta mano de obra en las grandes empresas por lo que llegan inmigrantes.
En Bucarest y en otros sitios hay, por ejemplo, una gran comunidad de vietnamitas. No hablan ni inglés ni rumano, algunos son católicos y se les intenta ayudar. En Vietnam los católicos son una minoría aunque muy activos.
Impera un gran miedo antes los extranjeros, aunque sea un pueblo migrante. Rumanía siempre ha sido un país muy acogedor en el que seguramente no hay presión por parte de grupos de población que esperan entrar en el país. También se realizaron aportaciones muy importantes sobre el tema “La formación profesional es la clave del desarrollo: la experiencia italiana y la política laboral. Nuevas fronteras” de Paolo Cesana, Director de la Fundación Clerici. El Presidente de SONK, Macedonia del Norte, informó sobre “El camino hacia la integración europea: problemas y estado de las negociaciones”. Mons. Cesare Lodeserto, Vicario del obispado de la Diócesis de Chișinău abordó el tema “Diálogo social, cuando Europa todavía queda lejos. En Moldavia impera la pobreza”. Alban Sylafeta, Director de la asociación de mujeres empresarias Women Business Association, Kosovo, habló sobre “Kosovo y estrategias de la integración comunitaria”. Nikola Cica, Presidente de Napredak de Bosnia y Herzegovina habló sobre el tema “Bosnia y Herzegovina y la integración europea”.
CONCLUSIONES FINALES
El último día finalizó con una mesa redonda presidida por el Presidente de EFAL Sergio Silvani, en el que se compararon las experiencias territoriales e intrarregionales y se debatió sobre la mejor forma de abordar las medidas nacionales y locales.
De este seminario se concluyó que Europa “solo se podrá y deberá reencontrar a sí misma cuando no tenga miedo de expandirse para respirar realmente a pleno pulmón”. En este sentido “los Balcanes no se pueden quedar a un lado ya que corren peligro de convertirse en una presa fácil para los objetivos hegemónicos turcos o rusos que ya se pueden ver en Libia y en la zona del Mediterráneo en general y que pueden no considerar la miopía de la UE actual dentro de un plan conjunto”. En el seminario de Bucarest se confirmó la idea de una Europa subsidiaria y generativa que recompone todo su espacio y constituye una “fuerza de paz” con visión de futuro en un contexto global y globalizado.
El lema de estos tres días fue la unidad. La Unión entre países sigue y seguirá siendo un ideal que hay que tener en cuenta y en la que hay que invertir energías para hacerla realidad, restableciendo las perspectivas de los padres fundadores y convirtiéndose realmente en una síntesis virtuosa de diferencias que no denigra sino que fomenta las identidades que la componen.