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El Pilar Europeo de Derechos Sociales: ¿una nueva oportunidad para lograr una nueva Europa social? La cuestión de la inclusión y la calidad de vida de los trabajadores en un nuevo programa de política social

Entre el 28 y el 29 de noviembre de 2017 se celebró en Liverpool un grupo de trabajo sobre “El Pilar Europeo de Derechos Sociales: ¿una nueva oportunidad para lograr una nueva Europa social? La cuestión de la inclusión y la calidad de vida de los trabajadores en un nuevo programa de política social”, organizado por Beweging.academie, con el apoyo de EZA y de la Unión Europea. El grupo de trabajo formó parte de la serie de proyectos de EZA sobre “Estrategias de las instituciones europeas. El Pilar Europeo de Derechos Sociales”.

En el grupo de trabajo participaron 18 representantes de organizaciones de trabajadores procedentes de Bélgica, Reino Unido, Alemania, Austria, los Países Bajos, Grecia, Portugal, Francia y Hungría.

El grupo de trabajo se celebró coincidiendo con la Cumbre de Gotemburgo, en el que los Jefes de Estado firmaron la declaración del Pilar Europeo de Derechos Sociales (PEDS).

El grupo de trabajo analizó en profundidad diferentes aspectos del Pilar Europeo de Derechos Sociales. El PEDS constituye un paso importante adelante en las políticas sociales de la UE, aunque para seguir avanzando es vital superar las divergencias importantes en los estados miembro y realizar un camino para la implementación del Pilar. Con este grupo de trabajo, discutimos las posibilidades y necesidades de dicha implementación.

Se discutieron los siguientes ámbitos temáticos:

  • Las posibilidades de implementación del PEDS
  • Replantear el desarrollo y la inversión en organizaciones
  • El PEDS desde una perspectiva macroeconómica
  • Traducción de los derechos sociales en la noción de ciudadanía europea
  • Enlazar la cuestión de la ciudadanía con desigualdad e injusticia
  • Traslados de la ciudadanía europea más allá de la UE
  • Derechos sociales de las personas con una historia de migración
  • ¿Son suficientes la legislación de la UE y la política humana? El PEDS analizado desde una perspectiva de los derechos humanos
  • El aspecto de los salarios mínimos y de los derechos sociales en Europa Central y del Este
  • El aspecto de la política de empleo y el PEDS
  • El aspecto de las políticas antipobreza
  • El aspecto de la salud y las discapacidades
  • Un alojamiento digno como un derecho social

Resultados del seminario

Se identificaron los siguientes desafíos para implementar el Pilar de Derechos Sociales: competenias limitadas de la UE en el ámbito social, un presupuesto muy limitado de la UE en asuntos sociales así como un clima general de dumping fiscal y social. Con este contexto se propuso una estrategia de tres pilares para el primer paso de la implementación.

  1. Prevenir el retroceso social

La base legal que se puede utilizar para prevenir el retroceso social es la Cláusula Horizontal (Art. 9 TFUE): “Para la definición e implementación de sus políticas y actividades, la Unión tendrá en cuenta los requerimientos vinculados al fomento de un mayor nivel de empleo, la garantía de una protección social adecuada, la lucha contra la exclusión social, y un elevado nivel de educación, formación y protección de la salud humana”. En cualquier caso, esta cláusula es bastante vaga en su formulación (“tener en cuenta, elevado nivel, adecuado, ...”) y aclara poco si confiere poder legislativo a la UE. Sin embargo, esto se realiza por las oficinas de consultoría, sin deliberación democrática. Además, no se refiere o aplica la cláusula horizontal o una evacuación del impacto social en otra iniciativa de políticas tales como el Semestre Europeo, los programas de ajuste macroeconómico impuestos por la Troika, etc. Como resultado, las políticas perjudiciales de la UE han seguido siendo una práctica común.

¿Puede hacer la UE que la cláusula social horizontal sea más tangible?

Se propuso introducir evaluaciones participativas del impacto social para todas las iniciativas de políticas de la UE, así como introducir cláusulas legales de no-retroceso congelando las decisiones políticas que ponen en riesgo los derechos sociales fundamentales tanto a nivel de la UE como a nivel de estado miembro. Para frenar el dumping fiscal y social, se sugirió la armonización fiscal, que recupera la fiscalización de ingresos progresiva en los estados miembro con tipos máximos y mínimos comunes. A continuación, se debería introducir una coordinación de la fiscalización corporativa a nivel de la UE, así como estándares sociales mínimos en el mercado laboral, en protección social y en mercados de servicios.

  1. Incorporación del PEDS

Reconociendo el creciente número de recomendaciones “sociales” específicas de cada país, una segunda propuesta reitera que el Pilar de Derechos Sociales permite una revisión anual de las recomendaciones específicas de cada país relacionadas con el PEDS. Para incorporar el pilar, se deberían incorporar incentivos como por ejemplo el condicionamiento ex ante del acceso a los Fondos Europeos Estructurales y de Inversión. La Encuesta de Crecimiento Anual se debería ampliar a un “Estudio Anual de Desarrollo Sostenible” y el Informe sobre Crecimiento Conjunto y un Informe de Desarrollo Social”, utilizando referencias, mecanismos de contabilización, sanciones y revisiones cruzadas para buenas prácticas. Además, el PEDS se debería integrar dentro de la Agenda 2030 para Desarrollo Sostenible para reflejar la convergencia entre el PEDS y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en sus objetivos clave. También se propuso incorporar los mismos instrumentos que la Estrategia Europa 2020 (objetivos principales, programa bandera, etc.) y extender la dimensión social (la propuesta de profundizar de la Unión Económica y Monetaria (UEM). Esto se puede hacer a través de una extensión del cuadro de mando social, a través de una incorporación de un “procedimiento de desequilibrio social excesivo”, incluyendo un mecanismo específico de alertas y un mecanismo adecuado de estabilización (por ejemplo, un reaseguramiento de empleo de la UE o un fondo antipobreza) y a través del refuerzo de la consideración democrática de la UEM.

  1. Financiar la inversión social

Un tercer pilar para implementar el PEDS se basa en la necesidad de fomentar y financiar la inversión social. Las instituciones europeas podrían estar más orientadas al uso de los Fondos Europeos de Inversión Social, así como del Fondo Europeo para la Inversión Estratégica (FEIS), el denominado “Plan Juncker”. LA comisión podría introducir un incremento coordinado en los ingresos fiscales en los estados miembro a través de la coordinación de la lucha contra el fraude y la evasión fiscal, la fiscalización de la riqueza e impuestos sobre transacciones financieras y mediante un presupuesto mejorado de la UE incluyendo fondos de inversión social y un mecanismo de estabilización social.

Conclusión

De acuerdo con los participantes en el seminario, Europa debería apostar por ser una Europa social real y una ciudadanía europea completa. Aunque para llegar a ser una Europa social real, se tienen que resolver preguntas sobre el déficit democrático: ¿Es realmente posible un “Espacio público europeo”? Otra cuestión que se deriva de este debate es la pregunta de si es deseable y gestionable una variedad en los regímenes de bienestar en el futuro de la Europa que queremos: ¿Sigue siendo el bienestar una competencia nacional en Europa? ¿Es posible la convergencia a corto plazo? ¿Y la solidaridad? ¿Cómo puede regir Europa una multitud de culturas, identidades e idiomas? ¿Es subsidiaria una respuesta sobre esta pregunta? ¿Qué pasa con las interpretaciones múltiples de derechos y obligaciones? ¿Es posible una ciudadanía europea completa?

Implementación del Pilar Europeo de los Derechos Sociales: el paso de la ciudadanía a la ciudadanía social

Ser un ciudadano implica tener derechos y obligaciones relacionadas con la capacidad para imputarse a sí mismo una responsabilidad territorial ex ante. La racionalidad adeuda y los valores (responsabilidad) para que un ciudadano determine el comportamiento efectivo se miden en términos de capacidades. Por ello, una persona se considera como una visión más universal para la responsabilidad ex ante. Además, se necesita realizar una distinción de la palabra “social”: la “dimensión social” relacionada con “sectores sociales”, y la “dimensión societaria” relacionada con “interacciones sociales”.

Esto implica una racionalidad concreta: en primer lugar, la ciudadanía se basa en los derechos y obligaciones relacionadas (a través de la responsabilidad clave ex ante) sobre una base territorial. En segundo lugar, la dimensión social permite relacionar los derechos (y capacidades) sociales con la calidad de las interacciones sociales y su efecto sobre la “cohesión social” (calidad de la sociedad). Abrir el concepto de la ciudadanía hacia la “ciudadanía social” permite varias escalas de “ciudadanía europea” a través de la subsidiariedad, varias colaboraciones con una “ciudadanía mundial” a la medida relacionada con la dimensión social-societaria. La ciudadanía social conduce a políticas sociales específicas y a acciones públicas relacionadas con la justicia social: igualdad (de derechos y obligaciones) y justicia (a nivel local), a través de iniciativas basadas en la solidaridad (p.ej. comercio justo), espíritu emprendedor social, con referencia a valores como el reconocimiento de los más vulnerables (precarios) para la intervención de la solidaridad, o la justicia de las políticas de redistribución previa a las desigualdades.

La utilidad de la noción de “ciudadanía social” se puede entender de dos formas:

  • Una forma para compensar la influencia del pensamiento neoliberal dedicado al crecimiento a través de economía por el lado de la oferta.
  • La posibilidad de frenar la desinversión social fomentando los derechos sociales y la justicia a través de iniciativas basadas en la solidaridad.