Entre el 8 y el 10 de febrero de 2018 se celebró en Sofía, la conferencia internacional sobre “El marco legal europeo de protección de los trabajadores en el banco de pruebas”, organizado por PODKREPA CL en el marco del programa de formación de EZA. En la conferencia participaron 52 participantes, incluyendo funcionarios búlgaros de alto nivel como el Ministro de Trabajo y Políticas Sociales, el Director Adjunto de la Agencia Nacional de Empleo, los Presidentes de EZA, PODKREPA CL y CITUB, miembros del CESE y sindicalistas de Rumanía, Francia, Bélgica, Portugal, Austria y Bulgaria. La conferencia fue financiada por la Unión Europea.
El principal objetivo de la conferencia fue desarrollar propuestas para etapas legislativas y para iniciativas sindicales que apoyen la implementación efectiva del Pilar Europeo de los Derechos Sociales (PEDS). Un segundo objetivo fue el de resumir las posturas sindicales y la implicación sobre la Revisión de la Directiva sobre el desplazamiento de trabajadores, y después proponer acciones para luchar contra el dumping social y salarial. Además, el evento ofreció la oportunidad de beneficiarse de la Presidencia de la UE de Bulgaria para incrementar el compromiso de las organizaciones de trabajadores para aumentar la convergencia en la UE sobre los estándares salariales y de vida y situarlos en el centro de la agenda política de la UE. De esta forma, los discursos de bienvenida de los ponentes del primer panel político destacaron estos aspectos clave, relacionados con los objetivos de la conferencia subrayando la importancia de las acciones sindicales adecuadas para tomar ventaja de las oportunidades actuales. Considerando más de veinte años de crisis y políticas neoliberales erróneas, la presente iniciativa para un PEDS constituye el primer intento de Europa para restablecer su dimensión social. En este sentido, las organizaciones de trabajadores deberían aprovecharlo de forma efectiva y beneficiarse de dicha oportunidad, implementando iniciativas para situar a los trabajos y a los trabajadores en el centro de la Agenda de la UE. Por ello, es importante que las organizaciones de trabajadores desarrollen una selección creíble de prioridades, destacando los aspectos fundamentales como el incremento de los salarios, la mejora de las condiciones de trabajo y una protección social que reduzca las desigualdades; en resumen, crear una UE más justa e inclusiva. El mensaje que transmitió el panel político fue: “las políticas sociales han vuelto a la Agenda de la UE. Ahora depende de las instituciones, de los interlocutores sociales y de la sociedad civil asegurarse de que el PEDS se convierte en una realidad para trabajadores y ciudadanos. Es el momento de realizar acciones, de propuestas legislativas, de consultas para preparar la batería de medidas legales y de acciones prácticas para implementar el Pilar.”
Según el programa, el panel político fue seguido por presentaciones que dibujan la situación específica en los países participantes. No fue una sorpresa que cada intervención, representando la situación en siete países diferentes de la UE, comentara tendencias similares y alarmantes: la austeridad consolidó la pobreza y la decepción en Europa. Los estándares de vida de los ciudadanos de la UE están empeorando: estamos enfrentándonos a crecientes desigualdades, privación de material, restricciones de beneficios sociales, de pensiones, creciente inseguridad laboral, democracia limitada en el puesto de trabajo, negociación colectiva debilitada. Dado que cada ponente destacó estas tendencias negativas durante el siguiente debate, los participantes estuvieron de acuerdo en que es el momento de reaccionar. Los sindicatos no pueden permitir más empobrecimiento en Europa, no pueden aceptar más limitación de los derechos de los trabajadores. Es el momento de la movilización. Las organizaciones de trabajadores deberían desarrollar una visión común sobre las políticas de la UE y dirigirse directamente a las instituciones con demandas concretas, la primera de las cuáles debería ser el incremento del salario y de los ajustes mínimos de los estándares sociales. En segundo lugar, se debería superar el egoísmo sindical: las organizaciones deberían pujar por una mayor solidaridad y tener la valentía de protestar. Además, se subrayó que los sindicatos deberían volver a sus principales instrumentos de presión, la protesta organizada y las acciones sindicales. No es el momento de permanecer pasivos, sino de convertirse en un elemento activo, un elemento responsable en la restauración de la dimensión social europea. De forma similar, además de adoptar iniciativas legales, los sindicatos deberían abogar durante las negociaciones para el próximo marco financiero multianual por tener fondos suficientes disponibles para integrar el Pilar dentro del Semestre Europeo, así como para utilizar plenamente el Indicador Social. Este indicador fue incorporado por el pilar para evaluar el rendimiento social y laboral de sus países, reflejando los tres capítulos del pilar: oportunidades y acceso igualitarios al mercado laboral, mercados laborales dinámicos y condiciones laborales justas, apoyo público/protección social e inserción.
La conclusión de las presentaciones y los debates fue que, aunque es evidente que existen diferencias y similitudes en los países de la UE, Europa no puede progresar si descuida a los trabajadores y a los ciudadanos. Europa necesita sus recursos humanos para lograr crecimiento y sostenibilidad. Por eso, los sindicatos no deberían trabajar por estándares sociales comunes para los trabajadores europeos, comunes pero no únicos, lo que significa tener un entendimiento común de lo que es justo socialmente. Y este sería el desafío: superar el egoísmo entre países y organizaciones y promover la solidaridad, los valores centrales de la UE.
El segundo día la atención se centró en dos temas específicos que contribuyen a una Europa justa y social: la Revisión de la Directiva sobre el desplazamiento de los trabajadores y la necesidad de establecer una alianza de convergencia de sueldos para luchar contra el dumping social. Dra. Paunita Petrova presentó el acuerdo alcanzado por el Consejo Europeo y la Comisión. Explicando estos desarrollos legales recientes, subrayó el hecho de que los sindicatos deberían seguir incrementando la presión para garantizar un trato justo de los trabajadores desplazados. La presentación provocó un debate muy animado, así como comentarios sobre la necesidad de fijar estándares más ambiciosos para un pago igualitario por un trabajo igualitario en el mismo lugar. La demanda sindical es que la remuneración de los trabajadores desplazados no solo debería incluir importes mínimos, sino también elementos como bonificaciones y subsidios sociales. Los ponentes destacaron que la aplicación efectiva del principio de “A igual trabajo igual salario en el mismo lugar” es la única manera de asegurar condiciones laborales igualitarias para trabajadores desplazados y locales, eliminando las diferencias salariales y el dumping social. En segundo lugar, los ponentes confirmaron que la explotación injusta de los trabajadores desplazados presiona sobre los salarios y las condiciones de los trabajadores en todos los sitios, incluyendo el país de acogida. Por ello, el reconocimiento de los acuerdos colectivos es el único resultado justo. Además, se discutieron las formas más abusivas de desplazamiento transfronterizo, el llamado “desplazamiento triangular”. Estos esquemas implican un desplazamiento en cadena. Por lo general una empresa en un país A contrata a un trabajador en un país C, le ofrece un contrato laboral basado en un país C y desplaza al trabajador al país C. El objetivo de estos acuerdos es oscurecer la relación laboral y dificultar el identificar el lugar habitual de trabajo del trabajador, así como el país en el que se deberían pagar las contribuciones a la seguridad social. Por este motivo, los sindicatos deberían incrementar el intercambio y la cooperación internacional para finalizar con estas prácticas fraudulentas.
Después del debate y sobre la base de estos comentarios, Joseph Thouvenel, Vicepresidente de la organización francesa miembro de EZA, CFTC, formuló una propuesta para cooperar estrechamente con PODKREPA a través de la firma de un acuerdo bilateral y ofrecer asesoramiento sobre contratos laborales de los trabajadores desplazados a nivel recíproco.
Como resultado de un intercambio muy extenso, se formularon las siguientes conclusiones generales desde la posición de los sindicatos:
- La Directiva sobre desplazamiento de trabajadores se ha usado como un instrumento para maltratar a los trabajadores y recortar condiciones laborales y sociales en los países de acogida. Se debería volver a su función principal de combatir el dumping social y de garantizar el pleno respeto de los derechos igualitarios.
- El principio “A igual trabajo igual salario en el mismo lugar” se debería garantizar estrictamente. Después de la Revisión de la Directiva, los trabajadores desplazados no deberían ser remunerados únicamente con el salario mínimo oficial, sino también con los salarios aplicados colectivamente si trabajan en otro país de la UE.
- El desplazamiento de trabajadores crea un conflicto entre la libre circulación de servicios y de trabajadores, por un lado, y los derechos básicos de los trabajadores de asociación y de acciones sindicales por el otro. Por ello, la propuesta de una Autoridad Laboral Europea podría ayudar a afrontar los diferentes desafíos provocados por el desplazamiento de trabajadores.
- Los sindicatos están respaldando el establecimiento de sanciones efectivas y disuasorias contra empresas, multinacionales y proveedores a lo largo de la cadena de producción que defraudan con el sueldo de los trabajadores o que violan gravemente los derechos de los trabajadores.
La sesión de esquematización sobre la implicación sindical para la lucha contra el dumping social y salarial incluyó contribuciones de los participantes y un debate general sobre cómo afrontar las brechas salariales y de empleo. Las intervenciones subrayaron el hecho de que, para limitar las prácticas de dumping social, es necesaria una respuesta política fuerte y clara. En primer lugar, los sindicatos tienen que demandar el seguimiento y la aplicación adecuadas de las normas y estándares laborales existentes. En segundo lugar, para luchar contra el dumping social, se debe respetar estrictamente el derecho fundamental a la negociación y acciones colectivas. Para ello la legislación de la UE debería promover la sindicalización de los trabajadores, para protegerles de las prácticas laborales abusivas. Esto es especialmente importante para los trabajadores vulnerables en situaciones atípicas de empleo y para los trabajadores desplazados. La sindicalización es esencial para habilitar a los trabajadores, para protegerles frente a abusos y explotación, y para permitirles ejercer mejor sus derechos. Además, se deben crear nuevas estructuras que ofrezcan asesoramiento y apoyo a los trabajadores desplazados y migrantes en todos los Estados Miembros con el apoyo de la UE y la participación de los sindicatos.
Resumiendo, los resultados, el Secretario de la Confederación Internacional, Veselin Mitov, informó a los participantes sobre los ejes sociales prioritarios de la Presidencia Búlgara del Consejo de la Unión Europea. En el área de empleo y política social, Bulgaria trabajará para transformar el crecimiento económico positivo para ser usado hasta el grado máximo para reforzar la resistencia de los estados miembros frente a crisis futuras, para crear puestos de trabajo y mejorar la justicia social, así como para promover la convergencia ascendente en todos los ámbitos sociales, incluyendo salarios. El ambicioso objetivo es el de asegurar que las necesidades de los ciudadanos europeos estén en el punto de mira de la agenda política e iniciar la modernización de la legislación laboral europea en el ámbito de la seguridad social, lo que elimina las desigualdades del mercado laboral, incluyendo la brecha salarial entre mujeres y hombres. La unidad y la justicia son los principios subyacentes de la visión de Bulgaria para el desarrollo de herramientas tales como la política de cohesión que debería generar una acción conjunta eficaz y fortalecer la dimensión social de la UE. Los sindicatos, junto con otros interlocutores sociales están listos para contribuir activamente a estos objetivos mediante la colaboración, el diálogo social y la participación de los trabajadores a todos los niveles relevantes. Al mismo tiempo, los sindicatos deberían insistir en el cambio importante a las políticas de la UE para apoyar mejor a los interlocutores sociales y para invertir en diálogo social y en estructuras para la formación de capacidades. Esto implica acción para establecer o reforzar los sistemas de negociación colectiva, especial a nivel nacional y sectorial.