Entre el 2 y el 4 de octubre de 2017 WOW (World Organisation of Workers, Organización Mundial de Trabajadores) organizó un seminario titulado “¿Cómo reforzar a los interlocutores sociales en relación a las nuevas realidades del diálogo social?” en colaboración con el Centro Europeo para los Asuntos de los Trabajadores (EZA) y con el apoyo de la Unión Europea. El seminario se celebró en Barcelona (España) después de la celebración del referéndum independentista catalán.
En la actualidad existe una tendencia a que los sindicatos en la mayoría de los países europeos sean cada vez más pequeños y más débiles. Los motivos para la reducción de la membresía difieren según el país, pero en general se puede decir que un motivo fundamental es la individualización. Otros motivos que afectan a la membresía de los sindicatos son la globalización, la creciente competitividad internacional y la desregulación.
También hay que tener en cuenta los desarrollos de una mano de obra cambiante. El empleo está abandonando la industria, en el que las tasas de sindicalización suelen ser relativamente elevadas, y se está desplazando hacia el sector de los servicios privados en el que las tasas de sindicalización son menores. El crecimiento de formas atípicas de empleo, el empleo en puestos de trabajo pequeños y las nuevas formas de relaciones laborales se asocian con este desplazamiento.
Si se considera el mercado laboral cambiante, es importante subrayar la importancia del comportamiento empresarial. D. Ronald Dekker, economista laboral en ReflecT, Universidad de Tilburgo (Países Bajos) presentó el término “fisuración” de los mercados laborales y el puesto de trabajo “fisurado”. El fenómeno en el que los trabajadores contribuyen al resultado de una “empresa de marca” sin ser empleados (directamente) de esa “empresa de marca”. Dicho de otra forma, las “empresas” externalizan sus relaciones laborales. Esto provoca diferentes tipos de contratos y por lo tanto dificultades a la hora de organizar los trabajadores. Además, reduce los costes y los riesgos. Las consecuencias para los trabajadores y para la sociedad en su conjunto son enormes, ya que provocan más dinamismo, una mayor desigualdad, y menor cantidad de ingresos laborales. Los sindicatos tienen un papel importante que desempeñar aquí, en concreto deberían supervisar los cambios, ejercer un poder compensatorio y trabajar activamente en la innovación social y tecnológica que mejora el trabajo y las condiciones laborales.
Si se considera el futuro del sindicalismo en España y el papel de las partes interesadas sociales en la recuperación económica, vemos que durante la crisis todo ha estado paralizado. Se han radicalizado las actitudes de los diferentes interlocutores sociales. No se han firmado muchos acuerdos y algunos fueron resultado de la crisis. Los problemas políticos han paralizado la situación. D. Miguel Borra Izquierdo, Presidente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios – CSI-F (España), confirmó que la sociedad española ha cambiado y que necesita recuperarse e incrementar el diálogo social como una herramienta para el avance y la modernización. Es necesario perseguir la participación de los agentes sociales. Hoy en día, la sociedad es más compleja y exigente. Para lograr esto, se deberán superar algunos desafíos como: obtener eficiencia en las reformas legislativas, recuperar la credibilidad de las instituciones públicas, los partidos políticos y los sindicatos, evitar la confrontación, y los sindicatos solo se deberían centrar en su actividad principal (cuestiones relacionadas con el empleo).
D. Bernhard Heinzle, Manager Regional Office Voralberg, del sindicato Gewerkschaft der Privatangestellten, Druck, Journalismus, Papier (Austria), habló a continuación sobre que sería más fácil que los sindicatos sobrevivan a todas las épocas políticas si se atrevieran a ser más innovadores. Esto se debería realizar tanto desde el punto de vista externo como interno. Desde el punto de vista externo, FCG ha cambiado. Este es un enfoque bastante diferente. A nivel interno, hemos cambiado la cultura de reuniones. En el pasado, casi suponía un juego el tener largas reuniones algunas veces hasta altas horas de la noche. Esto no es necesario. Tenemos que darnos cuenta y decirnos a nosotros mismos que el trabajo también debería ser divertido. No solo deberíamos enfocarlo de forma negativa y discutir los problemas. También es muy importante la diversión.
Justo de esta forma es cómo mucha gente percibe a los sindicatos, como algo bastante negativo y que solo se centra en los problemas. Es necesario cambiar esta imagen. D. Srđan Dimitrijević, periodista en RTS Radio Televizija Srbije (Serbia) presentó algunas estrategias para mejorar esta imagen. Existen factores importantes, que van desde presentarse a si mismo correctamente en los medios de comunicación hasta contar una historia positiva para demostrar claramente que el trabajo sindical puede marcar la diferencia. A menudo hay demasiada gente que relaciona a los sindicatos con problemas. A través de una mejor comunicación y de una forma diferente, los sindicatos deberían ser capaces de ser percibidos de una forma más positiva y constructiva.
D.ª Patricia Elgoibar, Departamento de Empresa de la Facultad de Económicas y Empresariales, Universidad de Barcelona (España) se centró en la promoción del diálogo social, en especial, relativo a las experiencias y expectativas de los empresarios y de los representantes de los trabajadores en Europa. Lo que se puede ver aquí es que existe un sentimiento general de desconfianza. Ambos lados del espectro no siempre confían en la otra parte. Las expectativas no son las mismas. En bastantes casos esto provoca conflictos. Y durante el conflicto las expectativas siguen siendo diferentes. En algunos casos la mediación puede ser muy útil, incluso necesaria. La confianza es pivotal y se puede ver que aquellas empresas con niveles más elevados de confianza mutua entre los empresarios y los representantes de trabajadores tienden a tener mejores valoraciones en términos de bienestar en el puesto de trabajo, así como en su rendimiento (Comisaria Europea Thyssen). Existen algunos objetivos aquí.
La confianza es clave a la hora de contemplar el diálogo social. La confianza entre el empresario y el trabajador, entre el empresario y el sindicato, entre el trabajador y el sindicato. Y no hay que olvidar el papel del gobierno. El diálogo social es algo que debe ser protegido. Se ha demostrado su importancia en el pasado y seguirá demostrando su importancia en el futuro. Un futuro que es diferente y con nuevos desafíos, pero también un futuro en el que se pueden lograr cambios y para ello es pivotal el diálogo social.