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Garantía juvenil reforzada para luchar contra el desempleo juvenil ante la COVID-19

Cindy Franssen (PPE) sobre las nuevas medidas para luchar contra el desempleo juvenil.

Cindy Franssen (MEP)

El Parlamento Europeo votó a favor de una garantía juvenil europea reforzada en la sesión plenaria octubre II. A través de una resolución, los eurodiputados instaron a los Estados miembros a garantizar que los jóvenes que se inscriban en la garantía juvenil reciban empleos, formaciones o prácticas de calidad, diversificados y adaptados.

La garantía juvenil se creó en 2013 como reacción a las altas tasas de desempleo juvenil tras la crisis económica de 2008. En junio de 2020, la Comisión Europea lanzó una nueva propuesta para reforzar la garantía juvenil, sobre la que ha tomado posición el Parlamento.

La garantía juvenil constituye un compromiso político de los Estados miembros para ofrecer a los jóvenes de entre 15 y 24 años un trabajo, una formación o unas prácticas en un plazo de cuatro meses después de finalizar sus estudios o de perder su puesto de trabajo. Los resultados de la garantía juvenil resultan impresionantes. Desde 2014, más de 5 millones de jóvenes utilizaron la garantía juvenil al año, de los cuales 3,5 millones aceptaron la oferta propuesta. La tasa de desempleo juvenil disminuyó de un 24% en 2013 a un 14% en 2019 y el porcentaje de jóvenes de 15 a 24 años que no estudian ni trabajan (ninis) ha bajado de un 13,2% en 2012 a un 10,3% en 2018.

Sin embargo, el sistema todavía tiene algunos problemas de “juventud”. Para atajarlos, el Parlamento Europa ha realizado una serie de propuestas. La eurodiputada Cindy Franssen (Grupo PPE) fue una de las negociadoras: “La edad límite se aumentó a 29 años en la propuesta de la Comisión, algo importante para mí. Ahora, con la pandemia del coronavirus, debemos proteger al máximo a los jóvenes. Por eso defiendo unos criterios de calidad mayores para las ofertas, de acuerdo con el pilar social europeo, el pacto verde y la transformación digital. También nos centramos en un mejor seguimiento de los jóvenes, en un número y una diversidad mayores de las ofertas para los grupos desfavorecidos, así como en el refuerzo de la cooperación entre los proveedores de la garantía juvenil y los agentes sociales”, comentó Cindy Franseen.

Los recursos para la garantía juvenil se integrarán en el Fondo Social Europeo renovado (FSE+), por lo que se corre el peligro de que se le preste menos atención. El Parlamento insta a todos los Estados miembros a invertir un 3% de sus recursos FSE+ en el desempleo juvenil. Los Estados miembros que se sitúen por encima de la media europea en ninis o con una tasa superior al 15% deberán destinar un 15% de sus recursos FSE+ a la garantía juvenil. Cindy Franssen: “De esta forma garantizamos que encarar el paro juvenil permanezca como prioridad importante en todos los Estados miembros de la UE y que no se deje a ningún joven fuera”.

(Nathan Duhayon)