Tras un par de meses de debates, el 30 de enero de 2023 adoptó la recomendación sobre una renta mínima adecuada publicada por la Comisión el pasado mes de septiembre.
Como se informó anteriormente, la recomendación tiene por objeto garantizar que los Estados miembros ofrezcan a las personas que carecen de recursos suficientes una ayuda a la renta adecuada. Para ello, la recomendación pide a los Estados miembros que garanticen que el nivel de sus planes de ayuda a la renta sea suficientemente elevado, que estos planes cubran a todas las personas necesitadas y que se eliminen los obstáculos para realizar la solicitud.
Otras disposiciones pretenden garantizar que los beneficiarios reciban suficientes incentivos y apoyo para (re)incorporarse al mercado laboral, que tengan acceso a servicios esenciales y habilitadores como son la asistencia sanitaria, las guarderías, la energía y el transporte, y que reciban apoyo individualizado en el momento oportuno.
Incluso antes de la publicación de la propuesta por la Comisión, muchas voces, entre ellas las de responsables políticos y ONG, venían reclamando la adopción de normas vinculantes en la materia. Sin embargo, este no es el caso de esta recomendación, que se limita a hacer un llamamiento a los Estados miembros para que actúen de una determinada manera, pero no incluye ningún mecanismo de implementación.
El Parlamento Europeo (que quedó excluido del proceso de toma de decisiones al tratarse de una recomendación del Consejo) también está presionando para que se adopten medidas vinculantes. En enero, la Comisión de Empleo del Parlamento aprobó una resolución que debería votarse en sesión plenaria la próxima semana, en la que pide a la Comisión que presente una directiva al respecto. Una directiva de este tipo obligaría jurídicamente a los Estados miembros a garantizar que sus planes de renta mínima sean adecuados e incluiría también una definición común a escala de la UE de lo que significa «adecuado».